Yoga en las nubes
Airplane Yoga. O cómo conseguir que el compañero de asiento le tome por un chiflado'. Es lo que se puede leer en las tarjetas que los pasajeros de JetBlue encuentran en el respaldo de sus asientos, junto a las instrucciones de seguridad y la bolsa para el mareo. Esta compañía estadounidense ha formado equipo con la cadena de gimnasios Crunch para crear unas fichas donde, en un tono desenfadado, se dan instrucciones para relajarse durante el vuelo practicando el yoga o sencillos ejercicios físicos. Por ejemplo, con posturas como el Utttita Hastasana -estirar los brazos sobre la cabeza con las manos entrelazadas mientras se controla la respiración-, o el Tolasana, alzarse ligeramente sobre el asiento con las manos apoyadas en los reposabrazos y las piernas cruzadas (las tarjetas con los ejercicios se pueden descargar gratis en www.jetblue.com).
Mientras que el número de usuarios del transporte aéreo no ha parado de crecer -en 2001 superó los 1.300 millones de pasajeros, según cifras de la IATA-, su espacio vital ha menguado: si hace 20 años el seat pitch, la separación habitual entre las filas de asientos en clase turista, era de 89 centímetros, hoy muchas aerolíneas, y en especial las chárter, han reducido esa distancia a 76 centímetros, lo que se traduce en más pasajeros -e ingresos- por vuelo. Además de incómodo, permanecer varias horas apretados en los asientos de un avión aumenta, en aquellas personas con problemas vasculares, el riesgo de padecer el DVT (trombosis venosa profunda), más conocido como síndrome de la clase turista. Por todo ello, y atendiendo a las recomendaciones del Parlamento Europeo, hoy casi todas las compañías facilitan, en sus webs y en las revistas de a bordo, información para hacer más confortable y saludable el viaje.
En líneas generales, se recomienda vestir calzado cómodo y ropa poco ajustada, dar pequeños paseos por la cabina, beber mucho líquido, no tomar somníferos ni alcohol y hacer algunos ejercicios para desentumecer los músculos y activar la circulación. Iberia, por ejemplo, propone una sencilla tabla de movimientos:
1. Inclinar suavemente la cabeza hacia un lado. Permanecer así durante tres segundos, y expulsar todo el aire de los pulmones. Repetir hacia el otro lado.
2. Estirar los brazos hacia arriba e inspirar profundamente. Mantener la posición durante tres segundos. Colocar los brazos detrás de la cabeza y expulsar el aire.
3. Juntando bien los dedos de un pie y apoyándose sobre ellos en el suelo, elevar el talón y permanecer en esa posición durante tres segundos. Acto seguido, apoyar el talón en el suelo, abrir los dedos del pie y elevar éste.
Adios al 'jet lag
'El jet lag, que afecta a más del 90% de los viajeros en avión, aparece en los vuelos de largo recorrido y agrupa un abanico de molestias como insomnio, dolor de cabeza y desorientación. Algunos trucos para minimizar sus efectos: unos días antes del viaje, adelantar o atrasar progresivamente la hora de irse a la cama para acercarla a la del destino; una vez allí, adaptarse al nuevo horario desde el primer momento, evitando dormir aunque se tenga sueño, y tomar algo cuando el reloj indique que es hora de comer, aunque no se tenga mucha hambre. En la web www.klm.es, la aerolínea holandesa incluye un programa personalizado para prevenir el jet lag en función del itinerario y los hábitos personales.
Miedo a volar
Uno de cada cuatro españoles padece de aerofobia, miedo a volar, según datos de Iberia. Para ayudar a superarlo, esta compañía, Spanair y Lufthansa organizan en España cursillos de fin de semana que concluyen con un vuelo de prueba en clase bussines
Precio: unos 500 euros.
Información sobre cursos:
- Iberia: CISS (915 56 64 11).
- Spanair: Alas y Raíces (915 59 33 24).
- Lufthansa: (900 948 315).
- www.podervolar.net.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.