El alcalde considera 'fuera de plazo' la nueva petición de que sea demolido el templo de Fuencarral

Las reacciones ante el anuncio de que otros cinco vecinos de la calle de Villa Marín exigen ahora el derribo parcial de la iglesia de Nuestra Señora de las Fuentes, en Fuencarral, no se han hecho esperar. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, expresó ayer su 'sorpresa' porque otros cinco vecinos hayan pedido ahora la demolición del templo y consideró que el tribunal no debe aceptarles como parte porque tal petición 'está fuera del plazo procesal'.

Sobre esta iglesia pesa una orden judicial de derribo dictada en 1993 por el citado tribunal, dado que incumple la distancia de separación con un bloque de pisos. 'Si estas cinco familias se sentían perjudicadas por la proximidad de la iglesia tenían que haberlo dicho desde el principio', dijo el alcalde. Ëste añadió: 'De lo que no cabe duda es que después de tanto tiempo, la situación no parece que sea consecuencia de una causa sobrevenida', sino que podría obedecer a 'otros motivos'.

También ha causado sorpresa la petición de estos cinco nuevos inquilinos en el vecindario. Vecinos del bloque de pisos afectado por la proximidad de la iglesia adivinan un interés económico en la iniciativa de los nuevos litigantes, tras lo ocurrido con los dos vecinos que iniciaron el pleito contra la iglesia hace más de 10 años. El arzobispado ha pagado más de medio millón de euros (90 millones de pesetas) a los dos litigantes iniciales a cambio de que renunciaran al derribo del templo. Y así lo han hecho.

Los nuevos litigantes viven en los bloques número 41 y 43 de la calle Villa de Marín, el mismo edificio donde habitan los dos que iniciaron el proceso. Entre estos cinco vecinos están Jesús L., Miguel R., Ricardo A. y Cristina G. Este periódico intentó ayer, sin éxito, dialogar con ellos. Los dos primeros rehusaron hacer declaraciones y explicar el motivo por el que exigen ahora el derribo.

Escrito del arzobispado

El arzobispado de Madrid, propietario del templo, considera que la intención de los cinco vecinos que han pedido ahora ser parte en las diligencias y que exigen el derribo del templo es 'manipular el proceso'. Nicolás Pérez-Serrano, abogado del arzobispado, entregó ayer un escrito en el tribunal que lleva este caso, la Sección Primera, en el que se opone a la entrada en el proceso de los nuevos litigantes y en el que reclama que, cuanto menos, se retrase la fecha (16 de octubre) de la anunciada reunión de los 45 jueces del Tribunal Superior para tratar asuntos relacionados con el derribo.

Estos magistrados han sido convocados por sus compañeros de la Sección Primera para debatir si se acepta la personación de estos cinco vecinos y para dilucidar si, a esta alturas del proceso, cabe aceptar el escrito en el que los dos litigantes iniciales del proceso renuncian a la demolición de parte de la iglesia que colinda con los pisos, en concreto, de la parte que cubre el altar mayor.