_
_
_
_

Redada en las duchas

La policía detiene en Tours a los corredores del Lampre para interrogarlos sobre el 'caso Rumsas'

Carlos Arribas

Pedro Horrillo estaba a punto de meterse en la ducha. Había hecho cola porque sólo había unas 10 duchas y eran 50 los ciclistas de la París-Tours que tenían que lavarse en ese recinto provisional. Todos estaban cansados. Tenían prisa por acabar un día más de trabajo. Ya dirigía el ciclista del Mapei su mano al jabón cuando por detrás entró corriendo Alessandro Cortinovis, un italiano del Lampre. 'Déjame pasar, déjame pasar', le dijo al sorprendido Horrillo. 'Que tengo mucha prisa, que me está esperando la policía'. 'Ya, ¿y qué has hecho?', le preguntó incrédulo Horrillo, que de tonto ni un pelo. 'Nada, superar el límite de velocidad'. Cortinovis se reía. Todo parecía una broma, pero Horrillo se volvió y vio que no era para tomárselo a risa. En la puerta del recinto un par de policías de paisano montaban guardia. Estaba en pleno apogeo una meticulosa operación policial, ordenada por el juez Guésdon, de Lyón, y llevada a cabo por unos 20 agentes de la Policía Judicial de Orleáns. A algunos veteranos, el ambiente de la llegada les recordaba a lo vivido en el Tour del 98, cuando el director del Festina, Bruno Roussel, fue detenido nada más terminar una etapa.

En el fondo de la historia, la detención el 28 de julio de Edita Rumsas, la esposa de Raimondas, corredor lituano del Lampre, tercero del Tour, con 37 medicamentos en el coche, algunos de ellos prohibidos. La mayoría, según declaró Edita, para su suegra.

Nada más terminar la carrera, los agentes ordenaron al cuerpo técnico del Lampre, cuatro auxiliares, un director (Piovani) y un médico (Ronchi), que subieran a sus coches y se dirigieran, escoltados, a la comisaría de Tours. A los corredores también les esperaban. Nada más cruzar la meta, cuando iban a dejar la bicicleta en el camión, les enseñaron la orden de detención. 'Pero es que nosotros nos duchamos después de correr', les dijeron los ciclistas a los policías. Éstos los dejaron ir a las duchas, pero en fila y vigilados. De los ocho del equipo que corrieron la París-Tours se quedaron finalmente con cuatro, con Bertogliati, Cortinovis, Serpellini y Dierckxens, los cuatro que también habían disputado el Tour. En dos furgones policiales les trasladaron a los locales de la policía judicial en Tours, y allí se disponían anoche, al cierre de esta edición, a interrogarlos, sin ninguna acusación. 'Sólo queremos oírlos', dijeron fuentes policiales.

Edita Rumsas, madre de tres niños, de ocho, seis y cuatro años, está encarcelada desde su detención, en la boca francesa del túnel del Mont Blanc, la noche del domingo en que terminó el Tour, hace ya más de dos meses, cuando se dirigía a su domicilio en coche, y el juez ha rechazado repetidamente las peticiones de libertad de sus abogados. La acusación es de 'administración, ofrecimiento, cesión y ayuda para la utilización de productos dopantes en banda organizada'. Mientras, su marido, que viajó en avión a Italia nada más bajarse del podio de los Campos Elíseos, permanece en Italia, donde vive, cerca de Lucca. No ha participado en ninguna competición desde el Tour, aunque sobre él no pesa ninguna sanción, ya que su equipo lo ha suspendido cautelarmente, hasta que no se aclare el embrollo. Tampoco renovará su contrato, que termina esta temporada. La federación lituana, sin embargo, lo ha inscrito para el Mundial del próximo domingo.

Aunque repetidamente la justicia francesa ha solicitado a Raimondas que acudiera a declarar a Lyón, el ciclista siempre se ha negado, temiendo ser detenido.

El belga Dierckxsens, a la derecha, y el italiano Cortinovis, en el centro, en el momento de la redada. PLANO ENTERO - ESCENA
El belga Dierckxsens, a la derecha, y el italiano Cortinovis, en el centro, en el momento de la redada. PLANO ENTERO - ESCENAAFP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_