Un modesto hunde al Barça
Los azulgrana no pudieron con Laviña, del Manresa, que decidió en 'plan Bodiroga'
A falta de un Bodiroga en la pista, apareció Laviña para, después de haber sumado 26 puntos ante el Barcelona, coger el último balón, cruzar de una zona a otra y hacer la penetración de la victoria hasta debajo del aro a falta de sólo dos segundos, sin tiempo para un milagro de los jugadores de Pesic.
El Manresa consumó ayer su primer gran triunfo en la temporada de su retorno a la Liga ACB al derrotar a uno de los grandes, a la vez que el Barça dio a su afición el primer disgusto porque el pabellón de un recién llegado a la Liga no debe ser un obstáculo para este equipo plagado de estrellas a pesar de que ayer Bodiroga, su principal referencia, estuviese ausente por una lesión.
MANRESA 73| BARCELONA 71
Manresa: Lázaro (2), Laviña (28), Sch-midt (9), Williams (9), Patterson (4) -equipo inicial-; Oliver (12), Peñarroya (3), Cilla (0), Llorens (0) y Singla (6). Barcelona: Jasikevicius (16), Navarro (11), Bravo (9), Fucka (9), Femerling (5) -equipo inicial-; Nacho Rodríguez (8), Dueñas (2), De la Fuente (8) y Varejao (3). Árbitros: Amorós, Redondo y Terreros. Eliminaron por cinco faltas personales a Llorens (minuto 30), Singla (m. 40) y Williams (m. 40). 4.100 espectadores.
El Barça pisó fuerte al principio y puso un 10-25 en el marcador de lo más preocupante para el Manresa, en el que se estrenaba como presidente el periodista y abogado Josep Vives. Pero, tras el recital blaugrana de los primeros minutos, se produjeron dos hechos que cambiaron la cara del partido. Ricard Casas, el técnico del Manresa, sentó a su tripleta de extranjeros y los de casa, Peñarroya, Laviña, Singla, Llorens y Olivé, pusieron lo que requería el partido.
Por parte blaugrana, los de Pesic decidieron bajar los brazos sin más motivo que la diferencia abismal que habían demostrado en los primeros minutos. La tontería le costó al Barça ver cómo el Manresa le recortaba 13 puntos en un periodo. Navarro se encargó de maquillar el parcial. Al descanso se llegó con 29-40.
Espeso de ideas cerca de la canasta, el Barça aguantaba la diferencia gracias al tiro exterior, pero encontró una dura réplica en el bando local. Laviña le hizo un roto de grandes dimensiones en los diez minutos del tercer cuarto. Le enchufó 14 puntos, con cuatro triples, y consiguió algo más interesante: que Williams, Patterson y Schmitd se metieran en el partido.
Casas ordenó una defensa que ahogó al ataque blaugrana, que ni siquiera estuvo acertado en los tiros libres: Fucka falló tres en los momentos decisivos. Y, con el pabellón Nou Congost convertido en una caldera a presión, como en las grandes ocasiones, el Manresa infligió una derrota a un Barça que dejó patente que, hoy por hoy, es de lo más vulnerable.
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