Ronaldo asusta a todos
El brasileño marca dos goles en su debú, y el Madrid, con Figo y Zidane también en alza, vive un día de éxtasis - El Celta, líder tras ganar en Valencia - Barça y Depor pinchan en casa - Graves incidentes en el Sevilla-Betis, con un guardia apaleado y un intento de agresión a Prats
Ni siquiera Florentino Pérez y Milene habían soñado jamás con una jornada de éxtasis similar a la vivida ayer en el Bernabéu con motivo del bautizo de Ronaldo. 98 días después de su último partido oficial -la final mundialista- su irrupción tuvo tintes hollywoodianos, como si se tratara de un guión futurista de Spielberg.
Ronaldo esperaba su entrada (m. 63) cuando se le congeló la sonrisa. Iván Alonso, con 2-1 para el Madrid, iba a lanzar un penalti. Asustado, quizá, por la presencia de la megaestrella en el umbral del campo, el uruguayo falló. Ronaldo, con las gradas encendidas, volcánicas por su presencia, tardó menos de dos minutos en meterse en faena. Sin una gota de sudor, recibió un servicio en el área, planchó la pelota con el pecho y descorchó la red. Un brindis mágico con Chamartín, con miles de hinchas frotándose los ojos: Ronaldo, tan paciente para debutar, había resultado supersónico ante el gol, su gran vocación. Engullido por el calvo, el Alavés se quedó momificado ante un nuevo golazo, esta vez de Figo, y otro, el quinto, también de Ronaldo, que definió como un auténtico Ronaldo ante Dutruel. Chamartín se quedó sin serpentinas. Son tiempos de abundancia en el Madrid, donde alguna conjura astral acuna a la institución: el mismo día en que Florentino Pérez fue aclamado por la asamblea de socios, resulta que horas después los tres pilares de su proyecto -Figo, Zidane y Ronaldo- pusieron patas arriba al universo madridista. Sí, también Zidane, autor de un gran gol.
En la misma medida que se enchufó el Madrid en la última media hora, sus principales enemigos se derritieron. Como si les hubiera anestesiado la onda expansiva de Ronaldo, el Barça naufragó con Osasuna (2-2); el Depor se estrelló con el Racing (0-2); y el Valencia patinó con el nuevo líder, el Celta (0-1). El encuentro de Mestalla resultó esperpéntico: a Baraja le detuvo dos penaltis Cavallero, y Cañizares le hizo lo mismo a Wagner, que marcó en el rechace y devolvió al Celta a lo más alto. Por donde merodean la Real y el Málaga -que zarandeó al Atlético (3-1)-, los grandes animadores de la Liga, aunque Ronaldo les convirtiera en teloneros de una jornada inolvidable para el Madrid. Y por motivos lamentables, para el Sevilla, en cuya casa el derby (1-1) de nuevo se tiñó de violencia. Si la pasada temporada volaron diabólicas bengalas en el Ruiz de Lopera, anoche varios jóvenes apalearon a un guardia de seguridad y otro intentó agredir a Prats en pleno partido. Un borrón para todo el fútbol.
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