El portugués De Oliveira recibe el Premio Mundial de las Artes Valldigna

'El cine es de todas las artes la que más nos ilusiona, como la propia vida'. El cineasta portugués Manoel de Oliveira (Oporto, 1908) defendió ayer la vertiente artística del cine frente a la comercial. De Oliveira fue galardonado ayer con el Premio Mundial de las Artes Valldigna, en reconocimiento a su 'contribución al desarrollo cívico y estético del cine mundial'. A sus 95 años, con gran lucidez, el director luso se confesó admirador del cine de Luis Buñuel, 'underground y surrealista', y de Federico Fellini. Y defendió 'el cine de resistencia'.

Del panorama cinematográfico actual, resaltó la 'creatividad' del cine europeo, estimulado por las 'dificultades económicas' frente al norteanericano, con más medios pero basado en 'criterios comerciales'. Y entre los directores, resaltó la mirada 'cándida y dulce' del iraní Abbas Kiarostami y la contracorriente del francés Jean-Luc Goddard.

Considerado como 'uno de los grandes maestros del cine europeo del siglo XX', Oliveira ha dedicado 75 de sus 95 años de edad a la producción cinematográfica y su filmografía abarca más de una treintena de películas. O passado o presente (1972); Viaje al principio del mundo (1997), Premio Fipresci de la Academia del Cine Europeo; La divina comedia (1991), Premio del Jurado en el Festival de Venecia; o A Carta (1999), son algunos de los títulos de Oliveira más reconocidos por la crítica. Desde 1985 impulsa un sistema estable de coproducciones con Francia y con otros países, entre ellos España.

'La obra de Oliveira es un modelo privilegiado del siglo del cine que nos acaba de dejar', destacó Julio Pérez Perucha, presidente de la Asociación de Historiadores de Cine de España. Los retratos de los barrios marginales portugueses, la infancia, el documentalismo social, lo femenino 'como enigma y frustración', son algunos de los temas que el cineasta luso explora en su trabajo. 'La obra de Oliveira se vincula a la madura vanguardia de los años veinte y treinta y la aurora de la modernidad, decisivos en el camino hacia la autoconciencia del medio cinematográfico, paso previo a convertirlo en vía hacia el conocimiento', señaló Perucha.

La filmografía del realizador portugués bascula entre dos preocupaciones: 'Las frustraciones de los personajes y las frustraciones de los desarrollos históricos, alimentando éstos a aquéllos', añadió el crítico.

La entrega del premio que concede la Generalitat, dotado con 72.000 euros (12 millones de pesetas), se desarrolló en el monasterio de Santa María de Simat de la Valldigna, en un acto que congregó a numerosos intelectuales y artistas internacionales que desde el jueves participan en el segundo Encuentro Mundial de las Artes, que se clausura hoy en Valencia. La subsecretaria de Promoción Cultural en la Generalitat, Consuelo Ciscar, destacó 'la contribución al desarrollo cívico y estético del cine mundial' de Manoel de Oliveira, así como 'su fidelidad a su estilo reflexivo y comprometido con la cultura popular y participativa'.

La actriz Irene Papas, directora artística de la Fundación Comunidad Valenciana Ciudad de las Artes Escénicas, fue la encargada de entregar el galardón al realizador. En las dos ediciones anteriores el Premio Mundial de las Artes Valldigna recayó en el compositor Lucciano Berio y el director teatral Peter Brook.

Los foros de debate del segundo Encuentro Mundial de las Artes, que desde el jueves ha reunido en el Palacio de Congresos de Valencia a cerca de 200 artistas e intelectuales internacionales, continuaron ayer con la 'sesión transversal'. De la reflexión surgió una apuesta firme de los participantes por fomentar el 'compromiso' de las distintas disciplinas artísticas con la sociedad actual.

Asimismo se reivindicó el papel del arte como 'promotor de la diversidad cultural', y de la educación como 'factor de desarrollo personal y de cohesión social'. Durante la jornada de clausura, que se celebra hoy en el Museo Príncipe Felipe, se presentarán las conclusiones del debate. Los participantes y la organización del encuentro, la Generalitat con el auspicio de la UNESCO, rendirán además un homenaje al realizador belga, André Delvaux, que falleció el viernes cuando participaba en una de las sesiones de debate.