La libertad caótica del director salmantino

Cineasta alejado de la industria, Basilio Martín Patino ha vuelto al festival de cine de San Sebastián a competir, con Octavia, 36 años después de que consiguiera la Concha de plata con su primera película, Nueve cartas a Berta. Amante apasionado del cine y la música -'para mí, el cine es una mezcla de imágenes no realistas ayudadas o enriquecidas por un mundo sonoro'-, este salmantino de 71 años asegura que necesita una cierta indisciplina para trabajar en libertad, una libertad que le aleja, de alguna manera, del oficio y que le obliga a producirse sus propios filmes. 'Quizás son palabrerías o banalidades, pero no tengo el sentido del oficio, y hacer una película es meterse en unas disciplinas de rodaje, en unas estructuras de las que yo, por lo que sea, por deficiencias quizás, siempre me he encontrado muy alejado'.

Con Octavia, Martín Patino regresa a Salamanca, desde que en 1965 rodara allí Nueve cartas a Berta. Protagonizada por Miguel Ángel Solá, Antonia San Juan, Margarita Lozano, Menh Wai y Blanca Oteiza, Octavia cuenta el regreso a Salamanca, después de 40 años de ruptura familiar, de Rodrigo Maldonado (Solá), un aristócrata mesiánico y contradictorio. Allí se topa con todo su pasado y un presente que tiene nombre, Octavia, una nieta a la que no conoce. 'El drama de Octavia es la inadaptación para asumir una historia que no tiene por qué asumir y que conduce a un futuro que ella no elegiría de forma voluntaria, igual que le pasó al protagonista cuando huyó de la ciudad', asegura Martín Patino.

El filme se estrena en las salas el próximo 11 de octubre.