_
_
_
_
_

Vivendi pone a la venta activos por 12.000 millones para paliar la crisis

La multinacional decide mantener su participación en Sogecable

'Vivendi Universal sale de la crisis', aseguró ayer el presidente de este grupo, Jean-René Fourtou, a la prensa, y detalló un programa de ventas de activos para obtener 12.000 millones de euros en 18 meses con los que enjugar dos tercios de la deuda heredada de la etapa de Jean-Marie Messier. El consejo del grupo se ha reducido a 12 miembros tras la salida de seis, entre ellos Esther Koplowitz, a quien Fernando Falcó sustituye como administrador independiente.

Más información
Thomson compra el 89% de Canal Plus Technologies

'Teníamos mucho interés en incorporar a un español', explicó Fourtou, que además subrayó el mantenimiento de las inversiones en España. Vivendi Universal está asociado a Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) a través de la filial Vivendi Environnement (que se ocupa de los servicios de agua, luz, electricidad y residuos urbanos) y es socio del grupo PRISA en Sogecable. El presidente de Vivendi se refirió a la continuidad de su inversión en Sogecable y, tras mostrar la lista de empresas televisivas en venta, subrayó ante los periodistas: 'Como ven, nuestra participación en España no figura entre los activos a vender'.

Fourtou había comunicado poco antes, como quien se quita un tremendo peso de encima, la venta definitiva de la televisión italiana Telepiú a la empresa News Corporation, del magnate Rupert Murdoch, por 1.000 millones de euros. Telepiú era uno de los mayores focos de pérdidas para la casa madre. Está previsto vender las actividades de Canal Plus en Benelux, Escandinavia y Polonia, así como la filial Canal Plus Technologies, actividades de telecomunicación en Polonia, Hungría y otros países; todas las actividades de Internet; activos diversos (inmobiliarios, aviones) y el grupo de revistas, en este caso a los propietarios del diario Le Figaro.

Vivendi Universal se centrará en las actividades de entretenimiento, mantiene abiertas todas sus opciones en el sector de telecomunicaciones y conserva, por lo menos de momento, su 40% en Vivendi Environnement. El presidente desmintió que haya decidido vender esa participación: 'Tenemos que ser conscientes de que tomar el control mayoritario de esa empresa no está a nuestro alcance. Debemos examinar cómo deben evolucionar las relaciones entre los dos', comentó.

Nada está cerrado respecto al futuro de la compañía de telecomunicaciones Cegetel, que produce 1.200 millones de euros de tesorería al año, cuyo control o venta se disputan el británico Vodafone y Vivendi Universal. Sí está tomada la decisión de vender 'la totalidad de las actividades de Vivendi en el mundo editorial', pero no cuál de las ofertas disponibles es la ganadora: se lo disputan el grupo Lagardère, propietario de Hachette (el principal competidor de Vivendi en la edición) y dos fondos de inversiones.

Fourtou dio detalles sobre la virtual suspensión de pagos que se encontró a su llegada a la presidencia de Vivendi Universal, precipitada por la intención de la agencia Moody's de rebajar la calificación de su deuda más de lo que estaba, convencida de que no podría hacer frente a los vencimientos a corto plazo. Todo esto va quedando atrás, según Fourtou, gracias a la recuperación de la confianza de los bancos, que se ampliará con la ejecución del programa de ventas de activos y la decisión de centrar al grupo en el sector del entretenimiento.

Ni un duro a Messier

El consejo de Vivendi Universal respaldó ayer a Fourtou en la decisión de no pagar 'ni un solo euro' al anterior presidente, Jean-Marie Messier: 'Estamos recibiendo demandas y quejas cotidianamente de accionistas de Francia y Estados Unidos, de modo que es imposible pagar absolutamente nada a Messier en estas condiciones', dijo Fourtou, no sin exculpar 'en parte' al señalado como causante del desastre: 'Alguna culpa tiene un mercado que llegó a valorar Vizzavi (un portal de Internet) en 20.000 millones de euros sin que hubiera nada dentro'.

El propio escenario de la conferencia de prensa de ayer confirmó el cambio: en lugar de los taburetes sobre los que Messier se sentaba y hacía sentar a sus directivos, todos en mangas de camisa y sin corbata, los trajes oscuros y los atriles convencionales han regresado a la sede del grupo de comunicación diciendo: 'Esto va en serio otra vez'.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_