El PP catalán dedicará su congreso a ensalzar a Piqué y dejará intactas sus bases ideológicas

En el congreso regional que el Partido Popular de Cataluña celebrará el 19 y 20 de octubre, todos los focos se concentrarán en iluminar a Josep Piqué, el dirigente al que José María Aznar ha confiado el timón del partido en el pospujolismo. El PP ha optado por reducir a meros retoques los cambios en la estructura de la organización para evitar conflictos que puedan enturbiar el lanzamiento del ministro. La continuidad se extenderá también a las bases ideológicas del partido: las ponencias que se debatirán no incorporan modificaciones sustanciales al ideario del PP.

En septiembre de 2000, el ministro Josep Piqué y la diputada autonómica Dolors Nadal llevaron al noveno congreso regional los planteamientos históricos del catalanismo político. El giro catalanista tuvo después una aplicación práctica muy limitada -la adopción coincidió con la negativa de Aznar de incorporar a las matrículas el distintivo autonómico-, pero en algunos aspectos supuso una cierta ruptura con el pasado del PP catalán que el ex presidente regional Aleix Vidal-Quadras intentó frenar sin éxito.

En cambio, el PP ha organizado el décimo congreso con el exclusivo objetivo de normalizar una situación que ya venía funcionando de hecho: nombrar presidente al hombre fuerte del partido, Josep Piqué. En esta ocasión, las ponencias no suponen ningún salto hacia adelante en la evolución ideológica del partido, sino que son un compendio del material que el PP ha ido produciendo en los últimos tiempos, evitando todo debate polémico.

La ponencia política, elaborada por los diputados al Congreso José Luis Ayllón y Jordi de Juan, es una síntesis de los textos presentados en el anterior congreso por Piqué y Nadal, y recoge también las líneas maestras de la ponencia sobre el patriotismo constitucional que el mismo Piqué presentó en el último congreso nacional. El texto, que lleva por título Les nostres oportunitats, bebe de las mismas fuentes que la ponencia de 2000 -se citan, entre otros, a Enric Prat de la Riba y a Francesc Cambó- y se sitúa en el mismo escenario posnacionalista que ya dibujó el ministro.

La ponencia de organización, elaborada por los vicesecretarios Daniel Sirera y Xavier García Albiol, insiste, como en 2000, en subrayar la marca propia del PP en Cataluña. En la presentación del trabajo, Sirera aseguró que ya no podrá considerarse al PP catalán una 'sucursal' de Madrid, aunque los cambios son más simbólicos que reales: el Estatuto regional sigue completamente subordinado al nacional y el partido en Cataluña no tiene ninguna personalidad jurídica propia.

La ponencia social, redactada por Jorge Fernández y Maria Àngels Esteller, evita asuntos espinosos tratados por el PP en otros congresos regionales -como la apuesta por legalizar la prostitución, adoptada recientemente en el cónclave de Madrid- y renueva su defensa de la escuela privada y de la familia. Finalmente, la ponencia municipal, que se presenta hoy, busca promocionar a los candidatos a las alcaldías de Girona, Lleida y Tarragona, y propugna, como en toda España, una nueva descentralización municipal.