Esperando al señor Inspector

'En la empresa no se cumple con las normativas vigentes de espacio en los puestos de trabajo'. La denuncia número 018830, con fecha de entrada en la Inspección de Trabajo de Barcelona de 17 de junio de 2002, especifica que las máquinas de la cadena de montaje no están suficientemente separadas entre sí.

El texto, firmado por el comité de empresa de Fico Triad SA, que en la localidad de Rubí fabrica palancas de cambio y diversos tipos de cables para automóviles, llama la atención con un dato: en 2001, la plantilla, de más de 500 personas, sufrió 70 accidentes laborales. También habla de otros accidentes durante el año en curso.

'Aquí seguimos. Esperando en la ratonera una respuesta, una citación, una visita', lamenta, tres meses después, José Ángel Luque, coordinador de CC OO de Ficosa.

Preguntada al respecto, la empresa de Rubí declinó ayer facilitar la información 'confidencial' sobre la última inspección laboral, según Recursos Humanos.

El Departamento de Trabajo de la Generalitat, del que depende la inspección de trabajo desde un punto de vista funcional, admite que este cuerpo estatal 'no ha resuelto' este caso particular: no se ha levantado ningún acta de infracción ni hay propuesta de sanción, aunque no puede asegurar que algún inspector haya realizado 'un primera visita, visto el tiempo transcurrido'.

¿Es normal una espera tan larga? Las denuncias (que pueden dirigirse a este departamento, que las trasmite a la Inspección Laboral, o a ésta directamente) 'se evalúan según la urgencia, ya que los medios son reducidos', añaden fuentes de la consejería dirigida por Lluís Franco. El consejero ha sostenido en toda esta oleada de siniestralidad laboral que no se actúa a remolque, sino con iniciativa, y apunta que de 12.620 visitas realizadas hasta verano, sólo 202 respondían a una denuncia.

A menos que se trate de un accidente muy grave y, por supuesto, de un siniestro con desenlace mortal -casos en que la inspección actúa en menos de 24 horas-, resulta imposible establecer una horquilla media del tiempo que se tarda en intervenir a partir del momento en el que se presentan las denuncias. Algunas están sin firmar y ni se consideran. La inspección prevé que una denuncia se alargue una semana o hasta un par de meses. Incluso cuando no hay denuncia de por medio, en el caso de accidente grave puede alargarse el lapso de tiempo que transcurre entre que la empresa lo comunica a la mutua y ésta hace lo propio con la autoridad laboral.

'¡Tenemos miles de denuncias!', exclama Antonio Benavides, jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Barcelona, que reacciona 'indignado' a las críticas que oposición y sindicatos vierten sobre el funcionamiento de este cuerpo.

'No se nos puede acusar de inoperantes, y en este debate se intenta criminalizar a la Administración', añade Benavides, quien cree que las responsabilidades administrativas por todos los conceptos ascendieron a 40 millones de euros en 2001, año en que se paralizó un puesto de trabajo cada 32 horas. Las empresas desempeñan también su papel. El papel clave: 'Que se cumplan las normas compete al empresario, cada vez más concienciado, pero tiende a preocuparse más de tener los papeles en regla que a vigilar una aplicación real de las medidas'. Si la inspección es lenta, la respuesta de Benavides es elocuente: 'Tenemos los medios que tenemos'. Un total de 79 efectivos en Barcelona, 107 en Cataluña; para 250.000 empresas. El ministro Eduardo Zaplana promete siete más.