'El matemático podría asesorar al ingeniero'
El Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad Politécnica de Valencia celebra entre el 25 y 27 de septiembre las III Jornadas de Innovación Docente y las IV Jornadas de Investigación y Fomento de la Multidisciplinaridad, con más de 40 profesores. El código de las jornadas, según Lucas Jódar, matemático y director del departamento es el intercambio de experiencias para mejorar la docencia y formar a unos titulados más orientados a la investigación.
Pregunta. ¿Cuál es el objetivo de las jornadas?
Respuesta. Pretendemos completar lo que sabemos, con las experiencias de otros campos próximos, pero diferentes. Ésta es una universidad tecnológica con las matemáticas como herramienta. A más desarrollo de una ciencia, más matemáticas necesita.
P. ¿Qué se ha conseguido en estos años?
R. Proyectos de investigación con otros departamentos y becarios multidisciplinares, tanto con otras universidades, como entre departamentos básicos: matemáticas, física y otros no básicos, o tencológicos.
P. Los alumnos españoles de 15 años ocupan el puesto 23 de los 32 países, 28 de ellos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en matemáticas, ¿no es preocupante?
R. Lo más preocupante es que se enseña sin motivación. La leyenda radica en que se enseñan de manera inapropiada, desde muy abajo. Y los que instruyen abajo han aprendido en otros sitios, no tan bajos, con los mismos defectos.
P. ¿Aprendizaje inadecuado por qué?
R. Porque los educadores aprenden unas matemáticas alejadas del mundo real. Lo que se enseña en las universidades reproduce las relaciones de poder de los departamentos hegemónicos. Si el más poderoso es el de Análisis, se enseña análisis, despreocupándose por lo que los titulados harán después.
P. ¿Con la generalización de la LOGSE accederán estudiantes peor formados a la universidad?
R. Es una excusa, aunque sea verdad. Eso no me vale, porque es como rendirse ante un problema. El profesor debe sacar el mejor partido e incidir para que los próximos acudan mejor.
P. Aunque no hay licenciatura de Matemáticas en esta universidad, la asignatura es común a casi todas las carreras.
R. Sí. Este departamento es en número de profesores el más grande de España. Somos 160 docentes.
P. ¿Por qué en las empresas no hay matemáticos?
R. Tiene que ver con la transferencia tecnológica entre universidad y empresa. Para los ingenieros es más natural.
P. ¿Quiere decir que si hubiera más tradición investigadora aplicada en España habría más matemáticos en las empresas?
R. Sí, pero eso no se hace de la noche a la mañana. En países donde la relación universidad empresa es más fluida, como Canadá, EE UU, Francia o Alemania, está más desarrollado.
P. ¿Hay competencia entre ingenieros y matemáticos?
R. Ojalá, porque eso significaría que estaríamos cerca de competir. Los matemáticos debemos hacer un esfuerzo de simbiosis: vivir con ellos y, después -aunque eso no lo veamos ni usted, ni yo- vivir sin ellos. Los matemáticos no somos competidores sino potenciales colaboradores.
P. ¿La empresa busca al ingeniero por la rentabilidad?
R. Los ingenieros están más adiestrados a tratar con problemas. La formación universitaria de los matemáticos es puramente académica. Si el matemático estuviera entrenado o tuviera sensibilidad práctica, como tiene un conocimiento técnico mayor, podría dar mejor respuesta o asesorar al ingeniero, que muchas veces sobrevive con una respuesta imperfecta.
P. ¿De pequeño se entretenía con un rompecabezas?
R. Me lo pasaba bien con las chicas y el fútbol.
P. No son unos bichos raros como el rebelde Will Hunting o el esquizofrénico John Nash, de Una mente maravillosa.
R. Eso es falso. Se puede encontrar matemáticos que son como ingenieros y otros como filósofos.
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