Defraudados
La actual dirección del Partido Popular andaluz se ha caracterizado por su falta de diálogo, de democracia interna, por su ordeno y mando, por haberle dado la espalda a las bases del partido y, en definitiva, por haber llevado al PP-A a la mayor crisis y división interna de su historia.
Todos los militantes pusimos nuestra confianza en Teófila Martínez, en Antonio Sanz y en toda la dirección regional salida del anterior congreso del Partido Popular andaluz. Nos gustó el mensaje de que Teófila revolucionaría Andalucía y confiamos, pero a lo largo del tiempo nos ha ido defraudando.
El Partido Popular en Andalucía ha tenido una asignatura pendiente, como es el medio rural. Pues bien, en todas las provincias hubo personas que trabajaron para llegar a esos pueblos y encontrar a unas personas que representaran la imagen del PP-A en las elecciones municipales. A estas personas que fueron capaces de prestar su imagen y su servicio al partido, éste las abandonó y no les prestó ni la menor ayuda, ni durante la campaña en las municipales de 1999 ni una vez pasadas éstas, porque toda la atención se la llevaron las capitales de provincia. Aquí se inició la verdadera crisis del Partido Popular en Andalucía y de aquí surgieron los candidatos alternativos en los congresos provinciales. Después del pasado congreso regional siguieron los congresos provinciales donde, como consecuencia de lo anterior, en todas las provincias hubo dos candidaturas, una la impuesta por el partido a nivel regional, 'los oficialistas' y otra, la que nació de ese descontento de las bases. Estas candidaturas 'no oficiales', estuvieron dispuestas siempre al diálogo con la dirección regional, pero se encontraron las puertas cerradas y sufrieron todo tipo de persecuciones. Incluso en algunas provincias, como es el caso de Sevilla o Jaén, impidieron que se presentaran. Ante toda esta situación, la presidenta permaneció impasible, no hizo nada y se inició una caza de brujas. Esta crisis continúa hasta el día de hoy.
A todo esto, se le suma la multiplicidad de cargos de la mayoría de los dirigentes, que no pueden atender todas sus responsabilidades. Especialmente la presidenta regional quien, además, tiene un equipo de dirección que ella no gobierna puesto que se lo impuso Javier Arenas.
Esta grave crisis que el partido está viviendo no se pondrá de manifiesto hasta las próximas elecciones.
Ana Báñez es ex militante del PP y miembro de la Plataforma por la regeneración del PP.
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