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FÚTBOL | Internacional

David, la 'Spice' y Ricardo

El ex portero del Valladolid afronta perplejo su aventura en el Manchester United

Diego Torres

La primera reacción de Ricardo López (Madrid, 1971) cuando le avisaron de que el Manchester United le quería fichar fue la propia de un chaval de Aluche al que interrumpen en pleno partido callejero para darle una noticia alucinante.

-'¡Hostia! ¡Jugar con David...! ¡Y Martita con la Spice!'.

El ex portero del Atlético y el Valladolid, hombre de mente atribulada y discurso desenvuelto, no se reprimió. Enseguida se imaginó poniéndole un balón a David Beckham en un saque de portería: él zurdo cerrado, pasándole la pelota al diestro de oro del fútbol inglés en un ejercicio perfecto de acoplamiento cinético a los Diablos Rojos. Y pensó en su esposa, Marta, haciendo corrillos con Victoria Beckham, la ex Posh (pija) del grupo de pop femenino Spice Girls en las tribunas VIP de Old Trafford.

'Ferguson es muy amable, a Beckham no se le ve divo, y Keane es muy majete'

No fue un sueño. A los pocos días, el pasado 29 de agosto, el Manchester fichó a Ricardo del Valladolid por un millón y medio de libras esterlinas (unos 2,4 millones de euros). Fue una operación relámpago. Se cerró en tres días. El director técnico del club inglés y su entrenador, sir Alex Ferguson, necesitaba cubrir la segunda plaza de la portería, ocupada por el francés Fabien Barthez de manera no demasiado convincente desde hace dos temporadas. 'Mucha gente cree que si [Ricardo] hubiera estado en un equipo más grande habría sido el portero titular de España en el Mundial de Corea y Japón', señaló Ferguson el día que le presentó; 'así que con su habilidad, para mí fue una elección fácil. Ahora tiene ante sí el desafío de ganarse el puesto [con Barthez]'.

Antes de la transferencia, Ferguson hizo consultas técnicas a diversas fuentes españolas. Uno de los entrenadores a los que pensó llamar fue a Camacho. Pero lo cierto es que el ex seleccionador de España, a la luz de la relación que mantenía en Corea con los porteros, no daba la impresión de controlar demasiado el historial de Ricardo. Un día, durante un entrenamiento en Ulsan, se la pasó gritando el nombre de 'Casillas' continuamente. Cuando se dirigió a Ricardo le llamó 'Sergio'. El nombre del suplente desapareció momentáneamente de su memoria. Después de todo, ¿quién era Ricardo en el panorama de los porteros españoles? ¿Quién era Ricardo comparado con Molina, Cañizares, Casillas, César...? Suplente de Molina en el Atlético hasta 1997, y suplente de César en el Valladolid hasta 2000, a éste guardameta de 1,88 nadie parecía prestarle demasiada atención. Nadie parecía darse cuenta de sus extraordinarias condiciones atléticas, de su enorme facilidad para encontrar la posición adecuada, de su gran juego con el pie izquierdo.

Ricardo se sentó hace una semana en el banquillo de Old Trafford por primera vez, en un partido de Liga contra el Middlesbrough. Se lo pasó en grande con sus colegas hispanoablantes, el uruguayo Forlan y el surafricano Fortune. 'El banquillo tiene como tres filas', recordó ayer; 'como todos los banquillos ingleses, parece una tribuna. El vestuario no tiene lujos ni alfombra. Es pequeño y acogedor, con taquillas personalizadas. La verdad es que Old Trafford es muy bonito, muy nuevecito y muy bien cuidado. Rebosa de gente que grita de una forma muy distinta a la de España. Hacen un ruido más continuo... Uuuuuuuuuhh'.

Para un espíritu inquieto como Ricardo, curioso por naturaleza, pintor de paisajes al óleo, jugador de tenis y de golf con buen hándicap, el traslado a Inglaterra resultó una aventura atractiva más que un desarraigo. 'A mi mujer y a mí nos ha gustado mucho la ciudad'; dice; 'Manchester es grande pero no demasiado, se maneja rápido. Todo es verde y los compañeros son gente agradable y sencilla'.

La piscina climatizada de Carrington, el centro de entrenamiento, el chófer en coche oficial, el profesor particular de inglés, la búsqueda de una casa con la ayuda del club, y el autobús del equipo le impresionaron de entrada. 'El autobús oficial parece un avión', dice; 'con cocina y baño atrás. Es raro que volemos para ir a jugar de visitantes. Aquí las distancias generalmente son muy cortas, de una o dos horas. Y lo mejor es que no hay concentraciones como en España. Te dejan estar con tu familia la noche antes del partido y no te obligan a encerrarte en un hotel, aburrido y sin saber qué hacer'.

'El club se ocupa de todo lo que te haga falta para que tú sólo te dediques a jugar al fútbol', explica; 'en eso se nota que es muy grande. En cada momento ves detalles de grandeza y te sorprende la increíble sencillez de la gente. Ferguson es encantador, muy amable. A Beckham no se le ve que vaya de divo; y Roy Keane es muy majete... Keane me preguntó qué tal estaba nada más llegar. Lo que pasa es que aquí en Inglaterra se ha montado una leyenda a su alrededor [en una entrevista concedida la semana pasada a The Sun, el irlandés, expulsado por conducta violenta en un partido, aseguró que aún le quedan 'muchas cuentas por saldar en los campos'] . Keane es duro, pero eso es bueno. Es parte de su virtud... Lo que no sé es si parte el bacalao en el vestuario. Todavía no me ha dado tiempo de saberlo'.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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