Hallyday y Rochefort, la extraña pareja
Pelo oxigenado y piel bronceada, el viejo rockero Johnny Hallyday se confesó emocionado ayer al comparecer ante los periodistas bajo el cartel publicitario de la Mostra de cine. Por fin, dijo, realizó su sueño: aparecer en una película de Patrice Leconte. El propio director reconoció que fue Hallyday el que le abordó hace cuatro años con la propuesta de una película y una idea más o menos clara de lo que quería. Así surgió L'homme du train, un filme que compite por el León de Oro y que, a juzgar por los aplausos recibidos en la proyección para la prensa, podría convertirse en un éxito no inferior al de El marido de la peluquera e incluso proporcionar algún premio a su director o a sus actores.
Junto a Hallyday, atracador de bancos sin especial fortuna, figura Jean Rochefort, convertido en profesor de francés jubilado y aburrido de su vida en una pequeña ciudad de provincias de la Francia profunda. El cruce de los dos caracteres produce el resultado de una película agradable de ver con excelentes diálogos. 'Hago todas mis películas con la misma pasión, pero no todas han tenido éxito', dijo el director. 'En esta ocasión he procurado que tuviera un buen final. A medida que me hago mayor [Leconte tiene 55 años] me gustan más las películas optimistas, y creo que la próxima lo será todavía más'.
El paso del tiempo es el único tema de un filme en cierto modo experimental proyectado ayer en la Mostra. Ten minutes older: the cello (Diez minutos más viejo: el cello) es una parte de la doble película dedicada al tiempo -la primera se proyectó en el pasado festival de Cannes-, en la que han intervenido 15 directores internacionales, con cortos de 10 minutos cada uno. Bernardo Bertolucci, Jean-Luc Godard, Volker Schlöndorf y Michael Radford son algunos de los autores.
'Ha sido estupendo participar en este filme', dijo Schlöndorf, 'porque es raro que te pidan una película metafísica. Decididamente es una idea europea, aunque podría ser africana también, pero no estadounidense, desde luego'. Michael Radford, que sitúa su corto en el futuro, narra la historia de un cosmonauta que regresa a la tierra tras un larguísimo viaje. Su ciudad y su familia han cambiado notablemente, su cuerpo, sin embargo, sólo ha envejecido 10 minutos. 'La vida nos obliga a elegir, y esa elección tiene siempre consecuencias', dijo ayer Radford. 'Supongo que también los navegantes que se embarcaban sin saber qué iba a ser de ellos tenían que elegir entre la aventura y sus familias'.
El director checo Jiri Menzel dijo que el tiempo tiene siempre un sabor de limitación. 'Antes miraba al futuro con confianza, ahora miro cada vez más al pasado. El comunismo y otras cosas me han impedido desarrollarme más como director. Por eso he querido reflejar en mi corto los efectos del tiempo en las personas. Me he servido de fotogramas de películas antiguas en las que aparecía un actor, que es amigo mío, y las he colocado junto a otras imágenes rodadas ahora, para ver cómo el tiempo nos transforma'.
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