Dialogantes

Cada vez está más claro que quienes hablan tanto de diálogo son quienes menos lo practican. Y los ejemplos hablan por sí mismos: el lehendakari, que sale todos los días en los medios de comunicación a cuenta del diálogo sin condiciones, es el primero en ponerlas para hablar con el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas. ¿Por qué esta vez sí hay condiciones y exclusiones?

El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, otro ejemplo de hombre pro diálogo, es incapaz de llegar acuerdos con casi nadie. ¿Se habrá dado cuenta Elorza de que para llegar a acuerdos antes hay que dialogar y que todas las partes tienen que ceder un poco?

La tercera parte de este triángulo dialogante es el consejero de Vivienda, Javier Madrazo, que como no quiere que le lleven la contraria y no le gusta dar la cara cuando puede haber discrepantes no acude a la reunión de su propia coalición para hablar de la ilegalización de Batasuna. ¿No se convocan las reuniones para que se conozcan todos los puntos de vista y se debatan?

Y por último está el PNV, que como está por encima del bien y del mal, no admite preguntas en sus ruedas de prensa. Aquí no hago ninguna pregunta, porque sé que no me la van a contestar.