Guía de la 'narcocultura'
Es uno de los géneros más fascinantes del presente. El narcocorrido, a pesar de su aridez melódica e instrumental, exhibe la inmediatez de lo real, una verosimilitud potenciada por diálogos y efectos de sonido. Posee además gran poder comunicativo, gracias a su economía expresiva y claridad expositiva: aparte de la jerga, ¡se entiende todo!
A su fuerza intrínseca se suma el hecho de que sea disputado campo de batalla cultural. En México se prohíbe su radiodifusión en los Estados del noroeste, los más castigados por el narcotráfico. En un documento del Senado de la República, La extraviada esencia del corrido, se pueden leer los argumentos contra las emisoras KWBY (La Pantera) y KWIP (La Campeona), que 'transmiten auténticas apologías de los narcotraficantes, que se han apropiado del corrido para vender al pueblo sus amoríos, hazañas, muertes trágicas y un estilo de vida conocido como 'narcocultura' donde el valor fundamental es el dinero fácil. Muchos de estos corridos 'perrones' son escritos por encargo de los capos por lo que los medios de comunicación no debieran aceptar convertirse en sus cómplices. El narcocorrido reduce la disonancia cognitiva en aquellos campesinos, transportistas o comerciantes que dejan su trabajo para cultivar droga o comercializarla. Se dice que siguen siendo campesinos que sólo han cambiado el producto que siembran a cambio de mejor paga y mayor prestigio'.
Extraño afán gubernamental ya que, tras el veto, el narcocorrido adquiere el brillo de lo prohibido. Hay quien sospecha que se busca ningunear a grupos incómodos, como Los Tigres del Norte, cuyo repertorio contiene corridos que describen abusos y torturas, aparte de denuncias a políticos reconocibles. Elijah Wald, el músico de Boston que ha escrito el primer libro sobre el asunto, Narcocorrido, se asombra de que haya sido traducido -pésimamente, pero ésa es otra vaina- en Estados Unidos (Un viaje al mundo de la música de las drogas, armas y guerrilleros, HarperCollins, 2001), pero que ninguna editorial mexicana quiera lanzarlo. Habla del impacto social de piezas como 'El circo': 'En la calle, la presidencia de Salinas de Gortari es recordada por 'El circo', no por los juicios de Monsiváis y demás intelectuales del Distrito Federal'.
Históricamente, el mejor corrido ha sido 'políticamente incorrecto'. Así, ha servido para aliviar las frustraciones de los mexicanos ante la prepotencia de los gringos. En ese contexto de rencor, los narcos son héroes contemporáneos por derrotar a la DEA de Washington con astucia y valor. Sus corridos conectan con los que ensalzan la incursión de Pancho Villa por Tejas en 1916, un acto de bandidaje que, militarmente, resultó desastroso. Y Villa, más cruel y mortífero que el peor narco, está en el panteón de héroes nacionales. Las viejas heridas todavía supuran: un éxito reciente de Los Tigres es Somos más americanos, donde se canta que 'yo no crucé la frontera / la frontera me cruzó'.
Otras voces reivindican los valores del narcocorrido. En La música popular como expresión de prácticas sociales: corridos de traficantes de estupefacientes en Sinaloa, la licenciada Aurelia de la Torre apunta que 'expresan una compleja realidad de nuestra sociedad. Ante las dificultades que entraña escribir directamente la historia de esta peligrosa actividad, constituyen una fuente indirecta que debemos aprovechar. Los corridos nos permiten reconstruir el escenario en el que viven y mueren mexicanos que, por diversas razones, han optado por el tráfico ilegal. Es nuestra historia reciente y nuestro presente en el principio del nuevo milenio'.
En Estados Unidos, las letras de los narcocorridos no son detectadas por el radar de los censores vocacionales. Allí, el debate tiene más que ver con la industria y el prestigio. Conviene saber que Los Lobos o Flaco Jiménez, los artistas chicanos más difundidos por Europa, son casi desconocidos entre los estadounidenses que se expresan en español; la música favorita entre esos millones de personas es lo que Billboard llama 'regional mexican', que -se dice- cuadruplica las ventas de la salsa y el merengue. Los mexicanos son mayoría entre los latinos de Estados Unidos, pero la visibilidad pública corresponde a los cubanos, algo que crea constantes fricciones entre comunidades, con envenenadas referencias al 'clan de Miami', que, según un alto directivo de Fonovisa, la compañía de Los Tigres, 'es una mafia más perversa que la de Sinaloa'.
Los 30 grandes éxitos de Los Tigres del Norte ha sido editado por Freequency/ Gran Vía. La gira de Los Tigres del Norte llega a Barcelona (6 de septiembre), Alcoy, Alicante (Mediatic Festival, día 7), Madrid (día 11), Salamanca (día 12), Navarra (día 14) y Bilbao (día 17).
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