CONTINUIDAD Y SACRIFICIO

Austeridad, sacrificio y mucha ambición. Ésta es la consigna que guiará al Sevilla en la que pretende que sea la temporada de su consolidación en Primera División. Para ello, tanto su presidente, José María del Nido, como su entrenador, Joaquín Caparrós, no han dudado en apostar por el mantenimiento de la política que tan buen resultado le dio a Roberto Alés, el anterior presidente, en sus dos años de mandato. Y esta apuesta por la continuidad se deja sentir en todas las parcelas. En la técnica, Mochi y Caparrós han vuelto a dibujar filigranas para hacerse con unos cuantos jugadores de refuerzo cuya llegada apenas si se ha dejado sentir en las depauperadas arcas del club. Samways, Redondo, Caballero y Marcos Vales tendrán, no obstante, que pelear duro por hacerse un hueco en el estable bloque que dirige el técnico sevillano.

Una estabilidad que se mantiene una temporada más, dado que el Sevilla ha optado por no desprenderse de jugadores como Reyes o Gallardo, por quienes se recibieron ofertas, pero no tan suculentas como para dejarlos marcharse. 'Se puede sobrevivir sin vender', asegura Del Nido, afirmación que también comparte Caparrós, que ve en la continuidad del bloque y en la apuesta por la cantera el mejor refuerzo que podía encontrar el Sevilla para conseguir su consolidación en la categoría.

Y, por lo visto, no sólo el técnico parece estar conforme con las directrices seguidas. También los aficionados han mostrado su apoyo incondicional a esta política deportiva. Y lo han hecho de la forma que más beneficios puede aportar al club, que aún soporta una elevada deuda: más de 15.000 socios han retirado su abono en las primeras semanas de la renovación. El objetivo fijado es llegar a los 35.000 abonados.