Un poblado de cuatro vecinos

Baldomero Borrero, Juan Díaz, María Lorenzo e Ildefonso Rastrojo, son los únicos habitantes de Minas de la Isabel, un antiguo enclave minero, sin actividad desde 1964, ubicado en el término municipal de El Almendro (Huelva). La aldea, no obstante, llegó a albergar a más de 300 habitantes en su etapa de esplendor, con la actividad minera en auge. Esos vecinos aguardan ahora tiempos mejores.

En esta última década, sin embargo, la Mina de la Isabel se ha convertido en un lugar estratégico para impulsar proyectos de turismo rural. La construcción de la Presa del Andévalo, en el término municipal de La Puebla de Guzmán, a tan sólo cuatro kilómetros de la aldea, la puesta en marcha, a principios de este año, de la Vía Verde del Guadiana, que recupera el antiguo trayecto del ferrocarril desde El Puerto de La Laja hasta este enclave minero, entre otros proyectos, constituyen algunos de los factores llamados a cambiar el destino de esta aldea.

José Manuel Donoso y Emilia Núñez son un matrimonio de Huelva que compró hace 12 años una casa en esta aldea. 'Tenemos tres hijos. El mayor y mi marido son asmáticos. El médico me dijo que la mejor medicina era el aire puro del campo', afirma Emilia Núñez. Cuando compró la casa en Minas de la Isabel, era prácticamente una aldea fantasma. 'Nos decidimos porque nos gustó el paisaje. No tiene el verdor de la Sierra de Huelva, pero hay aquí un encanto especial', matiza. Emilia recuerda que la aldea era casi inaccesible. 'Le dije a mi marido que pusiera la casa en venta porque nos íbamos a cargar el coche', recuerda. Ahora, se han acondicionado con motivo de las obras de la presa varias carreteras por las que se llega a la aldea sin problemas. Y aunque aún faltan muchas cosas por solucionar, como el agua corriente y el alumbrado, según apuntó Emilia, van consiguiendo 'las cosas poco a poco'.