El periodista Pepe Rei, herido grave al volcar el coche que conducía

El periodista Pepe Rei se encuentra en estado grave tras sufrir la noche del lunes un accidente de tráfico cuando circulaba cerca de San Sebastián, en la autopista A-8 en dirección a Behobia (Francia). El coche que conducía, un Seat Ibiza con matrícula de San Sebastián, se salió de la carretera por causas que se desconocen y quedó volcado sobre la calzada. Rei, que viajaba solo en el momento del accidente, fue atendido en el mismo lugar del accidente.

Una ambulancia medicalizada le trasladó posteriormente hasta el Hospital Nuestra Señora de Aranzazu de la capital guipuzcoana, donde permanece ingresado. Según el diario Gara, sucesor de Egin, del que Rei fue redactor jefe de investigación, el periodista se encuentra en estado de coma. Sin embargo, esta dato no ha sido confirmado por el centro médico por deseo de la familia, que prefiere no facilitar información a los medios de comunicación. El herido padece desde hace varios años una enfermedad cardíaca que le ha obligado a someterse a varias intervenciones quirúrgicas.

Pepe Rei fundó y dirigió la revista Ardi Beltza (Oveja negra)hasta que el juez Baltasar Garzón la cerró. Rei fue detenido y encarcelado en enero de 2001 bajo la acusación de colaborar con ETA, ya que según el juez la revista publicaba informaciones sobre determinadas personas para que la organización terrorista las situara entre sus objetivos. Desde junio de 2001 está en libertad provisional bajo fianza. Las informaciones de Rei afectaban a alrededor de 140 personas.

La Audiencia Nacional ha ampliado el procesamiento de Rei de presunto colaborador a integrante de ETA. Según el tribunal, en los hechos que se le imputan se puede apreciar una 'relación o contacto con ETA'. Esta relación quedó patente en 1994 cuando fue detenido en Toulon (Francia) un responsable de la organización terrorista y se halló en su poder un documento de interés para los fines de la banda que procedía del ordenador del equipo de Egin, que dirigía Rei.

La clausura de Ardi Beltza supuso el nacimiento de Kale Gorria, una revista con una temática parecida.