Renuncia la ministra de Cultura de Estonia
La resaca del Festival de Eurovisión se cobra la primera víctima en Estonia. La ministra de Cultura, Signe Kivi, ha presentado su dimisión al hacerse público un escándalo económico del Fondo de Cultura (Kultuurkapital), dotado con un presupuesto anual de seis millones de euros, del que ha desaparecido uno. Eso sí, no tan misteriosamente, pues el director general de dicho organismo, Avo Viiol, ha reconocido su culpabilidad y la policía ha procedido a detenerlo. Según una televisión local, Viiol, habría reconocido que el dinero se lo gastó en casas y garitos de juego. El Fondo de Cultura es el principal patrocinador de los actos culturales y deportivos del país y, curiosamente, obtiene el 46% de sus ingresos de los juegos de azar.
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