'Aquí no hay crisis, el turismo andaluz sigue creciendo'

Antonio Ortega (Linares, 1995) pasa sus días de descanso en el litoral onubense, una de las zonas turísticas cuyo dinamismo ha permitido al sector salvar un verano que se preveía peliagudo.

Pregunta. En las últimas semanas, ha anunciado la intención de la Consejería de Turismo de participar en el planeamiento urbanístico ¿Cómo lo hará?

Respuesta. Cuando decimos que queremos participar en las directrices de los planeamientos urbanísticos de los municipios turísticos, estamos diciendo que queremos acogernos a la Ley del Suelo. Hay consejerías que aunque las competencias sean de otras, emiten informes vinculantes, pongo el caso de Medio Ambiente. Muchas competencias de Obras Públicas no pueden desarrollarse sin ese informe. Nosotros no estamos buscando poder para las consejerías del PA, no. Lo que estamos diciendo es que ésta es una industria muy importante, que los destinos turísticos ya no se crean de una manera espontánea, que hay que planificar. Éste es un debate que lo hemos planteado desde dentro del Gobierno, no como oposición. Por ejemplo, ¿cómo no va a decir Turismo una palabra sobre las infraestructuras de la comunidad?

P. ¿Cómo se encajarían legalmente estos informes?

R. Conque el decreto que estamos preparando haga referencia al articulado de la Ley del Suelo y desarrolle esos artículos sobre planificación supramunicipal sería más que suficiente. Lo que perseguimos es que en el Gobierno no haya compartimentos estancos. Evidentemente, la iniciativa y la responsabilidad es de cada consejería y la coordinación, labor del presidente. Pero el desarrollo urbanístico, de infraestructuras y de equipamiento tiene mucho que ver con la industria de mayor desarrollo de la comunidad. ¿Qué ocurre aquí cuando una empresa decide instalar una fábrica de coches? Pues que todos nos volcamos para darle facilidades. La fábrica autóctona andaluza es el turismo. Y las Administraciones debemos volcarnos para generar infraestructuras que faciliten el desarrollo de esa fábrica. Lo que ocurre es que hay mucha gente que no ve aún el turismo como una industria.

P. ¿Incluye eso a gente del Gobierno andaluz?

R. Es en general la sociedad la que no ha dado al turismo la importancia que tiene. Nosotros hemos incluido muchas consejerías en el Consejo Andaluz de Turismo porque es necesario sensibilizar a muchas Consejerías sobre los problemas del sector turístico.

P. ¿Está coordinando el decreto con Obras Públicas?

R. Ese decreto ya se está debatiendo en el consejillo . Y lo llevaremos al Consejo Andaluz de Turismo, aunque ya estamos al habla con los sectores implicados. Nadie puede interpretar aquí más allá de la preocupación lógica de una consejería por un potencial de crecimiento que tiene que ser animado por la propia Administración. Queremos establecer criterios que nos digan si una zona está saturada, qué nivel de infraestructuras se necesitan para crear o consolidar un destino turístico...

P. Si el texto ya está a debate en la Junta, ¿por qué los consejeros socialistas han enfatizado que las competencias urbanísticas son de Obras Públicas?

R. Creo que la reacción se debe a una interpretación de que las consejerías del PA queremos más competencias, queremos el control urbanístico. Nada más lejos de nuestras pretensiones. Lo que queremos es que el urbanismo en Andalucía, como ocurre con el medio ambiente, contemple los efectos en la actividad turística. En Huelva, por ejemplo, el sector está creciendo al 12%. Es un crecimiento que, sobre todo en las nuevas zonas, es respetuoso con el medio ambiente, de calidad. Pero si todo sigue así, o arreglamos las infraestructuras o paramos el crecimiento.

P. Los empresarios han mostrado su temor a que en los próximos años no haya suficiente demanda para todo lo que se ha construido y le han reclamado que no otorgue nuevas licencias hoteleras en algunas zonas.

R. Es lógico que se estudie la saturación, aunque hay que aclarar que hay destinos que no sólo no están saturados sino que en algunos casos están por crear: ahí sólo cabe hablar de avance y desarrollo. Con el acuerdo del sector, no tenemos ningún inconveniente en elaborar un mapa de destinos turísticos y establecer las zonas de saturación, para decidir a partir de ahí cómo invertir.

P. ¿Habrá suspensión de licencias en las zonas saturadas?

R. No podemos abrir hoteles dos meses y tenerlos cerrados el resto del año, eso no sostiene puestos de trabajo de calidad. La consejería no va a tener ningún inconveniente en analizar esta propuesta, aunque siempre con una aplicación localizada.

P. Entonces, ¿estudiarán suspender las licencias?

R. En determinadas zonas saturadas, sí.

P. A pesar de las dudas de los empresarios, sus números señalan que el sector ha salido bien parado de la recesión provocada por el 11 de septiembre.

R. En febrero ya dijimos al sector que no tiraran los precios, que el mercado iba a resistir.

P. En eso sí parece que le hicieron caso, los precios subieron como todos los veranos

R. Es importante que haya equilibrio, no hay que pasarse que ahora con el euro los turistas tienen más fácil comparar precios. Pero tampoco hay que tirarlos porque eso no nos permitiría hacer calidad. Y vamos crecer a final de año entre un 2% y un 2,5%. No es un mal año. En algunas zonas el crecimiento va a estar por encima del 10%. Aquí no hay crisis, el turismo andaluz sigue creciendo. Y eso que ya va a ser cada vez más difícil de hablar de crecimiento sólo por el número de turistas. Trataremos de seguir abriendo mercados para evitar la dependencia. Pero ahora hay que hablar de crecimiento económico: en julio el turista ha gastado al día 1,35 euros más que en el mismo mes del año anterior. Esto es lo más importante ahora.

P. El turismo lleva décadas creciendo, ¿puede hacerlo muchos años más?

R. Crecer indefinidamente tampoco es la apuesta, pero sí hay destinos de sol y playa que pueden tener un importante recorrido. Y luego hay otras actividades que se tienen que desarrollar mucho, como el turismo de interior, el turismo activo, el turismo de golf... Son actividades que aún no sabemos lo que pueden dar de sí porque están muy ligadas a los cambios de costumbres que se están produciendo en la sociedad.