Montgomery, la última flecha
El estadounidense domina los 100 metros ante Chambers, mientras se hunde Greene
En un año sin Juegos Olímpicos -en camino a Atenas 2004- ni Campeonatos del Mundo -hasta París 2003-, la reunión de Zúrich, la mejor del calendario, se convirtió ayer durante poco más de dos horas en la única gran ocasión para ver los grandes duelos entre los atletas estadounidenses, africanos y europeos, incluidos los brillantes españoles recién salidos de sus campeonatos continentales. El resumen fue que Europa, salvo excepciones, se queda pequeña cuando aparecen las grandes estrellas del resto del mundo. Por ejemplo, el estadounidense Tim Montgomery, la última flecha. El duelo estaba servido en los 100 metros, pero no hubo tal. Cambiaron los protagonistas. El plusmarquista mundial estadounidense Maurice Greene -9,79s- llegaba ávido de revancha. En junio, el británico Dwain Chambers le había derrotado por dos veces, en las reuniones de Oslo y Sheffield. Mo, escaldado porque entonces había aterrizado el día antes, sin aclimatarse, procedente de sus campeonatos nacionales, anticipó esta vez cinco días su llegada a Zúrich. Y declaró encontrarse más fuerte para este final de temporada. Pero ayer fue todo lo contrario. Desde Oslo ya no entraba en el reparto del premio de los 50 kilos de oro a los ganadores de las siete pruebas de la Liga de Oro, aunque no podía faltar en el resto de citas donde sólo por el triunfo, al margen de los ingresos fijos, cada ganador se lleva 15.000 euros. Ganó con 9,99s en París, con 9,89s en Roma y con 9,97s en Mónaco. Pero ayer nunca estuvo en carrera y acabó quinto, decepcionante, en 10,10s. Chambers, por su parte, se había quedado sin planes fijos para el resto de temporada tras cumplir su objetivo de ganar los Europeos con mejor marca personal, en 9,96s. Sólo tenía claro participar ayer y se tuvo que poner muy serio ya en la deslumbrante segunda semifinal para meterse en la final. Incluso mejoró su registro hasta 9,94s. Pero ya por detrás de Tim Montgomery, el otro gran estadounidense hasta ahora a la sombra de Greene, que ganó con 9,93s. Montgomery, derrotado de nuevo por Greene en sus nacionales, está siempre al borde del gran salto y conformándose con migajas de lujo. Por ejemplo, el récord de la pista de Zúrich donde en 2001 hizo 9,90s. En la final, para revalidar su éxito, lo pasó mal pues se le escapó en la salida otro compatriota de nivel, el potente Coby Miller, pero lo cazó a falta de 20 metros y sin tanto viento favorable como en la carrera anterior venció con 9,98s, por 10s de Miller y 10,05s de Chambers.
Gran triunfo de Alozie
Glory Alozie, la española de origen nigeriano, campeona europea de 100 vallas, sigue en la gloria. Ayer cortó la racha de la estadounidense Gail Devers, tantas veces por delante de ella. Terminó los últimos 50 metros en tromba y no hizo una gran marca, 12,63s, pero dejó ya sólo en cuatro atletas la carrera del oro.
Además de Hicham el Guerruj, continúa la imbatible Marion Jones en los 100 metros -al menos hasta la próxima cita de Londres, el día 23, en que estará la ucrania Zhanna Pintusevich, su sorprendente verdugo en Edmonton el año pasado-.
La estadounidense se volvió a pasear ayer, con 10,88s, tras los 10,96s de Oslo, 10,89s de París, 10,89s de Roma y 10,84s de Mónaco. Un metrónomo. Más o menos como los otros dos atletas que han ganado las cinco pruebas hasta ahora, el dominicano Félix Sánchez, imparable en los 400 metros vallas, mejor marca mundial del año con 47,35s -el francés Stéphane Diagana, el oro europeo, sólo pudo ser cuarto, en 48,21s- y la mexicana Ana Patricia Guevara, la reina de los 400, que también hizo su mejor registro con 49,16s.
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