El Gobierno tarda tres días en decidir un plan ante los sucesos de Sevilla

La muerte de un atracador por un disparo de la Guardia Civil el pasado martes en el barrio de Parque Amate de Sevilla se ha traducido en varias noches de incidentes en la citada barriada y en las de Los Pajaritos y La Candelaria. Los profesionales de policía y bomberos han actuado desde el primer día según los efectivos con los que cuentan. Sin embargo, no fue hasta ayer cuando los responsables políticos empezaron a tomar decisiones sobre el asunto.

En la mañana de ayer, el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Manuel Luque, se reunió con los jefes policiales para informarse sobre los recientes incidentes en los citados barrios de la capital y posteriormente ordenar que se mantenga una vigilancia permanente en las calles de Los Pajaritos donde se han sucedido los altercados más graves. Aparte de tomas de contacto informales que no ha transcendido, ésta supone la primer decisión directa de los responsables políticos de la seguridad ciudadana. En la madrugada de ayer, un coche de bomberos resultó apedreado y hubo más quemas de contenedores

Fuentes policiales aseguraban ayer que a duras penas se pueden mantener los controles en la zona y que cualquier tipo de intervención de mayor calado requeriría de la llegada de refuerzos o de la reincorporación de algunos de los efectivos que están en estos momentos de vacaciones. De hecho, uno de los policías que se enfrentaron a los vecinos a los pocos minutos de la muerte del atracador, en la calle San Juan de la Cruz, se quejaba sobre el terreno de la escasez de efectivos. En aquel suceso había menos de una docena de agentes de patrullas, en mangas de camisa y nunca llegaron efectivos de las unidades de Intervención. De hecho, la mayoría de estas unidades están ahora o de vacaciones, o en Ceuta -por la protección del centro donde están ingresados los inmigrantes detenidos en la Pablo de Olavide- y algunos en Mallorca. Fuentes sindicales aseguran que para seguridad ciudadana apenas habrá una docena de patrullas operativas.

Por su parte, la Policía Local puso ayer en marcha un dispositivo específico para controlar las motocicletas en los citados barrios. Esta decisión, anunciada ayer por el delegado municipal de Seguridad Ciudadana y delegado del Distrito Este, en donde se encuentran las citadas barriadas, José Gallardo, también llega tarde, ya que hasta ahora se han permitido actuaciones desafiantes de estos jóvenes, como la escolta al féretro del atracador por más de un centenar de motoristas sin casco y muchas motocicletas sin ni siquiera matrícula. En estos casos, se suele argumentar la necesidad de que la policía tenga una presencia discreta para no propiciar un aumento de la tensión.

Sin embargo, el cruce de quejas entre el Cuerpo Nacional de Policía y los agentes municipales, aunque soterrado ha existido. Unos consideran que una actuación policial contundente contra los jóvenes gamberros a bordo de motocicletas contribuiría a mantenerlos a raya. Desde la parte municipal, sin embargo, se asegura que estos incidentes son responsabilidad única y exclusiva de la Delegación del Gobierno. Gallardo sostiene esta tesis pero elude profundizar en la raíz de los porqués y de los problemas de un barrio en el que centenares de adolescentes prácticamente han erigido como mártir a un delincuente habitual.

Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió ayer desde Málaga que se investiguen las condiciones de la muerte del presunto atracador. y vinculó este suceso a la 'dejación' que ha hecho el Gobierno de las cuestiones de seguridad ciudadana. 'Después de haberlo repetido el PSOE desde 2001, el Gobierno ha reconocido en el último Debate del Estado de la Nación que han existido fallos y ahora anuncia cada semana un plan nuevo para atajar el problema, lo que indica falta de planificación'. informa Esperanza Peláez.