Lágrimas y emoción en los triunfadores de Múnich

El vuelo procedente de Múnich, donde se han celebrado los Campeonatos de Europa de atletismo, en los que España ha ganado 15 medallas, llegó casi con una hora de retraso. Por la puerta de desembarque del aeropuerto de Manises aparecieron los atletas que se entrenan en Valencia con el técnico Rafael Blanquer. Ahí estaba, siempre sonriente, la nigeriana nacionalizada española Glory Alozie, medalla de oro en los 100 metros vallas; también David Canal, el joven velocista que sorprendió a todos con su plata en los 400 metros libres; y Yago Lamela, el saltador asturiano que ha encontrado en Valencia la calma que necesitaba para recuperar su mejor estado de forma y que se colgó el bronce en el salto de longitud. Todos, los tres, lucían sus metales con orgullo. Oro, plata y bronce.

Todos menos Concha Montaner, la saltadora que rozó el podio en longitud (fue cuarta) y que se sentía algo desplazada, triste junto a su hermana, que le traía un ramo de flores, con lágrimas en los ojos y ajena a los periodistas. 'Venga, Concha, pónte con los demás', tuvieron que decirle los fotógrafos. Y Concha, que a sus 21 años participaba por primera vez en unos Campeonatos de Europa, accedió casi a regañadientes y sonrió tímida ante las cámaras, aunque no tuviera medalla. 'Me he quedado a las puertas del bronce, pero era la más joven de todas las participantes. Por eso no siento decepción', dijo la saltadora valenciana. 'El club València, Terra i Mar se ha llevado un oro y una plata y ha sido la mitad de la selección femenina. Esto es un hito histórico para nosotros', añadió Blanquer, el entrenador de moda en el atletismo español. 'Cada vez los atletas españoles son mejores. La próxima vez podemos lograr más de 15 medallas', afirmó David Canal.

La llegada de los atletas estuvo salpicada de lágrimas. Algunas de tristeza, como las de Concha Montaner, y otras, la mayoría, de inmensa alegría. Además de los medallistas, también participaron en Múnich Niurka Montalvo, que se entrena en Valencia con Blanquer y que sufrió una lesión en la final de longitud, y José Antonio Redolat, el corredor valenciano de 1.500 metros que estuvo lejos del podio. Blanquer ha convertido la capital valenciana en el lugar preferido por muchos atletas de élite para ponerse a punto. Como Alozie, Canal, Lamela y Montaner, con medalla o sin ella.