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Entrevista:JOSÉ LLORENS | Ex cajero y solidario

'Hay mucha gente con ilusión de ayudar a los más necesitados que no sabe cómo empezar'

José Llorens tiene 59 años y prefiere que le llamen Pepe o Pepilllo. Así es como le bautizaron los chavos, los niños de la calle, que conoció en Veracruz (México), donde se está construyendo la Casa Hogar del Frijol, un hogar de acogida del que es presidente. Su jubilación de una oficina bancaria hace ahora ya dos años le ha permitido hacer lo que realmente quiere. Pepe Llorens cambiará todos los lujos con los que vive en su Alcoy natal para evitar que los chavos mexicanos caigan en la miseria.

Pregunta. ¿Qué es la Casa Hogar del Frijol?

Respuesta. La Casa Hogar del Frijol pretende ser un lugar de acogida para niños de la calle, allí se llaman chavos, que se han desprendido de sus familias, viven solos, están desprotegidos y roban o se drogan.

P. ¿Existen más casas este tipo en México?

R. Están las que dan cobijo a los niños hasta los 18 años. Los reeducan, les enseñan a desempeñar un trabajo. Suelen caber unos 15 por casa. Estas casas las empezó a fundar un escolapio llamado Alejandro Dumas y apodado el padre Chinchachoma. Blanca Moltó, también alcoyana y gran impulsora de este proyecto, ha colaborado mucho con el padre Chinchachoma en los últimos 15 años para sacar niños de la calle en México D.F.

P. ¿Cuántos niños viven en esta situación en Veracruz?

R. Sobre 50.000. En la casa del Frijol sólo habrá cabida para 300.

P. ¿Cómo va el proyecto?

R. El pasado octubre viajé a México para buscar el terreno. En esta visita conocí a un empresario mexicano muy importante, Óscar Díaz Bringas, que se mostró muy interesado. Donó 10.000 metros cuadrados de terreno para construir la Casa Hogar del Frijol, junto a la carretera, en el Paso del Toro a cuatro kilómetros de Veracruz. Las obras empezaron el pasado 4 de marzo y ya van muy adelantadas. Si todo va bien inauguraremos en dos años, y en dos meses los primeros chavos podrán empezar a ocupar la primera de las seis casas.

P. ¿A qué se debe este interés del empresario?

R. Supimos que un hijo suyo murió a los 30 años de edad en accidente de avión. Quiso continuar la labor humanitaria que en vida había desarrollado su hijo con los más necesitados. Su ayuda ha sido una oportunidad para él y un gran favor para nosotros.

P. ¿Han recibido otras aportaciones?

R. Este proyecto tiene detrás de sí mucha gente. Es un proyecto costoso, difícil pero factible. En euros costará unos 50.000. La CAM ha aportado 36.000 euros para construir la primera casa; el Ayuntamiento de Alcoy ha subvencionado a través de una partida destinada a ayuda internacional con 24.000 euros los talleres; la Fundación La Caixa nos ha concedido 126.000 euros, y además están las ayudas que hemos solicitado al Ministerio de Asuntos Exteriores, Bancaixa y Caja Madrid, de quienes esperamos tener noticias en septiembre. Y contamos con las aportaciones de los 125 socios de la ONG Cuatro Chavos, que fundó Blanca Moltó.

P. ¿Cómo se financiará la casa?

R. La idea es llegar a la autofinanciación. El complejo contará con una capilla, seis casas en cada una de las cuales residirán 15 chicos, talleres donde los chavos aprenderán los oficios, una huerta y arboles frutales de donde saldrán beneficios. El agua la sacaremos gratuita de un pozo ubicado en la zona y nos suministraremos de energía solar.

P. ¿Cuál es su objetivo?

R. Que estos chicos que han caído en la droga aprendan a ganarse la vida, trabajen en la huerta, vendan sus frutos en lugar de robar y aprendan un oficio.

P. ¿Por qué la Casa Hogar del Frijol?

R. Al hijo de Oscar Díaz lo apodaban el Frijol, porque tenía la cabeza alargada y en su memoria la casa llevará su nombre.

P. ¿Cómo se explica que una persona, con familia, hogar y la vida resuelta lo deje todo para enfrascarse en este proyecto?

R. No tiene explicación bajo el punto de vista material. Sólo si pensamos que todos somos hijos de Dios y formamos parte de una gran familia puede comprenderse. Hay mucha gente con ilusión de ayudar a los más necesitados pero no saben cómo empezar. Es maravilloso ver que con experiencias de este tipo se unen para ayudar al prójimo a cambio de nada.

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