'Ganan los que han salido'

La policía detuvo a 275 inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), entre ellos un centenar que se sumó al encierro a última hora. Pero el 10 de junio habían llegado al campus muchos más (434, al menos), que fueron abandonando la protesta conforme pasaban los días y asumían que su reivindicación de 'papeles para todos' era inalcazable. Algunos se fueron tan desengañados que ni siquiera entregaron sus documentos a la comisión jurídica que preparó los expedientes de los encerrados en lo que se convirtió en la única solución aceptable para el Gobierno: la tramitación individual de cada caso en el marco de la Ley de Extranjería.

Otros 200, por el contrario, aceptaron esta salida, defendida por el defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, y la UPO. Este grupo entregó sus documentos y, salvo una treintena que optó por jugar a dos barajas (es decir, presentar los documentos a la comisión jurídica y continuar encerrados), abandonó el campus. Algunos, como Aruna, natural de Mali, se fueron a Lleida y desconectaron tanto que tres días después del desalojo creía que la policía sólo había entrado en la UPO para detener a 14 inmigrantes. Su sorpresa fue notable al enterarse del desenlace del encierro, pero también su alivio: 'Nosotros hicimos bien al creernos a Chamizo'.

Otro antiguo encerrado lamentó lo ocurrido con los detenidos: 'Los que salieron van a ganar, pero los que no... mira lo que ha pasado con los que decían 'o papeles o país'. Y añade: 'Argelia no les va a dar ahora la bienvenida'. Este argelino, muy crítico con la red de apoyo a la que acusa de 'jugar con la vida de mucha gente', cree lógica la intervención policial por la falta de salidas al encierro y la gravedad de algunas situaciones. 'Había gente enferma que no dejaban salir, era una tontería que la gente estuviera dispuesta a morir por un papel', indicó.