El PSOE recurre el auto que ordena reincorporar a 18 militantes críticos de Sestao
La ejecutiva federal del PSOE ha recurrido el auto de un juzgado de Barakaldo que ordenaba la reincorporación al partido de los 18 militantes críticos de Sestao, entre ellos el histórico dirigente José Luis Marcos Merino, quienes fueron expulsados en marzo. La dirección socialista entiende que esta medida, cautelar según el fallo judicial, no puede aplicarse al tratarse de una decisión interna definitiva.
La resolución, dictada el pasado 29 de julio, establece dicha medida cautelar hasta que se resuelva el fondo del asunto, la disolución del comité local del que los 18 afectados formaban parte y que también fue llevada a los tribunales ordinarios por los críticos. El auto estima necesario anular la expulsión para proteger el derecho de asociación y considera 'totalmente acreditado que se les ha producido [a los expulsados] perjuicios de los derechos personalísimos'.
El PSOE ha recurrido al considerar que no puede aplicarse ninguna medida cautelar porque 'la vía del recurso está agotada', afirmó ayer un portavoz del partido. 'La Comisión de Garantías, que es la última vía, ya ratificó la decisión de la ejecutiva'. Este portavoz estimó que los tribunales no son 'expertos conocedores del ordenamiento interno de un partido' y en el PSOE 'no caben ya más recursos' en este caso. 'En un partido hay otros códigos, hay una jerarquía, unos órganos de dirección y quien no respeta eso se tiene que ir', añadió.
Crisis desde 2000
Marcos Merino, número dos de los socialistas vascos entre 1989 y 1994 y secretario general del comité de Sestao en el momento del conflicto, se mostró satisfecho la pasada semana por el auto y esperaba que el PSOE cumpla la resolución. Dijo que se corrige 'un abuso' y estimó 'muy probable' que, con este auto, también se rectifique la disolución del comité local, adoptada hace más de un año.
La crisis del PSE en Sestao se remonta a principios de 2000 por las discrepancias sobre los pactos municipales entre un sector dirigido por el alcalde Segundo Calleja, favorable a acuerdos con el PP, y el entonces comité local, que defendía la entente con PNV, EA e IU. Hasta ahora han sido expulsados 20 militantes, pues anteriormente se aplicó esa misma medida a dos concejales, también del sector crítico, que habían abandonado el grupo municipal y se integraron en el mixto.
Marcos Merino estuvo a punto de ser expulsado entonces -mayo de 2001- por haber impulsado, buscando la ayuda de otros grupos de la oposición, incluida Batasuna, una moción de censura contra el alcalde. Esta iniciativa ha sido confirmada por varios partidos, aunque Marcos Merino siempre lo ha negado. La ejecutiva federal decidió, para no agravar la crisis, evitar una sanción en el expediente abierto al histórico dirigente y optó por la constitución de la gestora.
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