Una ciudad en la encrucijada
Motril se encuentra ahora mismo en una encrucijada sobre su futuro. Así lo cree el ex presidente de la Caja General de Ahorros de Granada Julio Rodríguez, motrileño. 'El pueblo se debate entre ser un Benidorm turístico o un El Ejido de invernaderos', explica. Motril, la segunda ciudad de la provincia de Granada con 51.000 habitantes, gobernada por el PSOE, tuvo un pasado esplendoroso cuando, a finales del siglo XIX, despegó gracias a la caña de azúcar.
Tras la guerra civil, la producción de la caña se mantuvo, aunque comenzó a decaer, y el gobierno franquista trató de potenciar la producción de celulosa, que no fructificó. Eso dio lugar, sin embargo, a la aparición de una fábrica de papel que llegó a dar trabajo a más de 500 personas. A finales de los años sesenta, las azucareras desaparecieron prácticamente. 'De haber dispuesto entonces de más suelo industrial', dice Rodríguez, 'Motril podría haber tenido un mejor desarrollo'. En la actualidad, el pueblo continúa sin un polígono empresarial y se escora lentamente hacia el sector del turismo.
'El futuro va a depender también mucho de la presa de Rules y de qué va a pasar con esa gran masa de agua cuando los agricultores no tengan tierra que cultivar'. En Motril afloran hoy los invernaderos, que ya ocupan más de 2.000 hectáreas y que pueden dar una rentabilidad a cada propietario de 30.000 a 60.000 euros por invernadero y año. Sin embargo, todo parece indicar que el sector del turismo, que actualmente cuenta con unas 1.300 plazas, se impondrá al final, ya que es una fuente de recursos para el Ayuntamiento por las calificaciones del suelo.
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