_
_
_
_

Un colombiano menor de edad lideraba una trama de venta de cocaína en Sevilla

La investigación comenzó en un quiosco de golosinas de Utrera en el que se vendía droga

Un muchacho de 17 años y originario de Medellín (Colombia) era, según las investigaciones de la Guardia Civil, el máximo responsable de un grupo de personas que vendía cocaína de un alto grado de pureza en un bar de copas de Sevilla y un quiosco de golosinas de Utrera. El joven fue detenido en el barrio sevillano de Bellavista con un kilo de cocaína encima. El presunto narcotraficante está encerrado en un centro de menores de la Junta.

La Guardia Civil ha puesto a disposición del juez a ocho personas, incluido el menor, y se ha aprehendido de dos kilos de cocaína, cien gramos de heroína y diversas armas blancas. La estructura de este grupo se da así por desarticulada, aunque tanto la edad de su supuesto máximo responsable, como la nacionalidad de éste o, incluso, la calidad de la droga con la que traficaba, llevan a los investigadores a pensar que más que una red propiamente dicha podría ser un tentáculo de una organización mucho mayor.

Mientras se investiga si el citado menor es el hombre de confianza y representación de algún narcotraficante de mayor calado, los detenidos en la denominada Operación Mostachón han ingresado en prisión, con la excepción del joven, que está recluido en un centro de la Junta de Andalucía. En Sevilla se detuvo a tres mujeres -una de ellas, la hermana del menor- y dos hombres y a otros tres varones en Utrera, Dos Hermanas y Mairena del Alcor.

Las investigaciones comenzaron cuando se detectó que un quiosco de golosinas de Utrera servía de camuflaje para la venta de cocaína en pequeñas dosis y de una calidad 'distinta a la usual', según el comunicado emitido ayer por la Guardia Civil. Los investigadores siguieron el hilo hacía el origen de estas dosis y consiguieron determinar que procedían de un bar de copas de Sevilla llamado Escape, en el que también se vendía cocaína a clientes habituales. El bar se blindaba a las miradas de extraños, a los que se despachaba de local con la excusa de que se trataba de un club de ajedrez al que sólo se podía entrar con invitación.

Poco a poco se deshizo la madeja y se localizaron lo que la Guardia Civil considera un 'piso franco' en el barrio de Bellavista y otro domicilio en las Tres Mil Viviendas en el que se escondían los envíos de droga antes de cortarla en dosis pequeñas.

Durante el registro ordenado por el juez y que llevaron a cabo grupos especiales de la Guardia Civil -una unidad de asalto echó la puerta abajo del citado inmueble- se produjeron algunos altercados. Según la versión policial, cuando los cuerpos especiales abandonaban el inmueble, alrededor de un centenar de personas les increparon y arrojaron piedras. Una de ellas hirió a uno de los guardias en la boca.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_