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Reportaje:

Aterrizaje forzoso en Valencia

Los pasajeros recuerdan la pericia del comandante al tomar tierra y la tranquilidad en la nave

Todo quedó en un susto. Apenas 45 minutos después de despegar de Málaga, los 103 pasajeros, en gran parte turistas alemanes, del vuelo de la compañía Spanair con destino a Múnich supieron que algo iba mal. El propio comandante de la nave fue el encargado de anunciar al pasaje que se había encendido un dispositivo de alarma en el cuadro de mandos del McDonnell Douglas MD-87 en el que viajaban por lo que tendrían que aterrizar en el aeropuerto más cercano. Eran las 8.16 de la mañana de ayer. El indicador de emergencia señalaba la existencia de fuego en el motor derecho -un extremo que se descartó luego-, por lo que el comandante activó el extintor de la turbina y contactó con la torre de control para solicitar un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Manises, en Valencia, según señalaron ayer fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).

Venía de pasar unos días con su novia en Marbella y en Múnich le esperaba otro vuelo
Desde la torre de control comunicaron al piloto que no había fuego en el motor

Un cuarto de hora más tarde la nave tomaba tierra sin problemas gracias a una maniobra 'normal', como reconocían algunos pasajeros, que se mostraban bastante más preocupados de cómo llegar a Múnich o de resolver los enlaces que iban a perder que del incidente sufrido en el aire.

A última hora de la tarde, fuentes de Spanair apuntaron que los pasajeros con conexiones desde la capital de Baviera habían sido alojados en otros vuelos, mientras que aquellos cuyo destino final era la ciudad alemana tomaron el vuelo Valencia-Múnich de la misma compañía que salió a las 19.30 horas. El avión accidentado se quedó en Manises sometido a una revisión.

La mayoría del pasaje eran turistas alemanes que volvían de pasar las vacaciones de verano en el sur de España, aunque también había un pequeño grupo de italianos. Entre ellos se encontraba la pareja formada por Valentina, de 27 años, y Manuel, de 25, que a la vuelta de su viaje por Andalucía se encontraron con este inesperado incidente a bordo del vuelo JK 141. 'El piloto fue muy rápido en aterrizar', recordaba ella con satisfacción. 'Al poco de comunicarnos que se había encendido la alarma, comenzó la maniobra y tomamos tierra enseguida', apuntó. Una vez olvidado el aterrizaje, lo que más le preocupaba a ambos era cómo llegar a Bolonia, el destino del vuelo que pensaban tomar en Múnich.

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Detalle de un avión de Spanair
Detalle de un avión de Spanair

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