Ortega apuesta por la apertura de nuevos mercados turísticos emisores
El consejero de Turismo y Deportes, Antonio Ortega, insistió ayer en que a partir de septiembre la actividad turística volverá a experimentar un impulso en su crecimiento, que estimó en un 2,4% para el conjunto del año. Sin embargo, el estancamiento producido en los meses tradicionalmente considerados de temporada alta, demuestra, en opinión del consejero, la necesidad de dar un giro a la política de promoción para abrir nuevos mercados emisores, y diversificar los tradicionales, entre los que citó Japón y China.
Sobre este último país, dijo que va a tener una gran importancia en el futuro. Ya es el séptimo emisor mundial de turistas, y, según el consejero tiene una economía muy saneada, con 'la mayor reservas de divisas del mundo y en el que hay una clase media emergente considerable que viaja a centro Europa'. Adelantó que además se harán promociones en Estados Unidos, Polonia, Italia, Portugal y en el sudeste asiático.
Ortega insistió en que Andalucía se va a resentir menos que otros destinos del estancamiento de la actividad turística, y citó ejemplos como el crecimiento de un 14% en los visitantes llegados en junio a Huelva. 'No vamos a ser una cosecha excelente, pero si va a ser buena', auguró.
El consejero anunció que el próximo mes de noviembre se inaugurará el centro de servicios turísticos avanzados en la Posada de San Rafael, ubicada en el centro histórico de Málaga. Ortega visitó ayer el conjunto formado por cuatro edificios -más de 4.000 metros cuadrados-, entre Puerta Nueva y Pozos Dulces y cuya rehabilitación ha dirigido el arquitecto Salvador Moreno Peralta, quien se felicitó de que la consejería apostara por su recuperación 'porque se hubiera venido abajo'.
El deteriorado estado del edificio, que data del siglo XVIII y fue posada de arrieros, obligó al equipo restaurador a apear la cubierta y a alzar una nueva estructura metálica micropilotada, que no será visible, para reforzar los cimientos. Algunos de sus muros presentaban hasta 50 centímetros de desplome, según relató el arquitecto, quien aseguró que 'más que una rehabilitación se ha tratado de resucitar a un muerto'.
