Nájera afirma que la cumbre de Barcelona demuestra que no se tolera la situación de "genocidio" que provoca el sida

El investigador Rafael Nájera, director del seminario 'El SIDA en el siglo XXI', dentro de Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria, afirmó hoy que los más de 15.000 asistentes a la Conferencia Internacional sobre el SIDA celebrada en Barcelona del 7 al 12 de julio refleja la creciente inquietud y preocupación que suscita esta enfermedad, tanto entre las zonas desarrolladas como en las naciones en situación de subdesarrollo.

"La importancia de la cumbre de Barcelona es que reunió a las personas afectadas con las personas que contribuyen o trabajan con la enfermedad a la vez que dejó de manifiesto las contradicciones entre los países ricos y los países pobres", señaló.

La presencia de varios jefes de gobierno, entre ellos el presidente de Estados Unidos, ha supuesto según Nájera un avance importante en la implicación de los estados y en la concreción del fondo mundial destinado a combatir el SIDA, la malaria y la tuberculosis, que fue constituido en la conferencia anterior.

"El foro ha servido para llamar al orden a países que no han hecho efectivos los compromisos que han adquirido", recalcó. Según los cálculos realizados, son necesarios 11.000 millones de dólares anuales para hacer frente a estas enfermedades que están provocando una desestabilización en muchos países africanos.

Se estima que, en los próximos veinte años, el SIDA se cobrará la vida de setenta millones de personas. "La cumbre ha puesto de relieve que muchas personas no toleran esta situación de genocidio", señaló Nájera, para quien cada vez es mayor el clamor solidario que exige un cambio de la situación.

El destino del citado fondo mundial es la prevención y tratamiento del SIDA, así como la creación de las infraestructuras necesarias, tales como instalaciones de agua potable, para garantizar su eficacia. Unos medios de lucha que, hasta el momento, son exclusivos de los países ricos, donde se ha logrado reducir el número de casos en un 60 por ciento al tiempo que ha aumentado la esperanza de vida y ha mejorado la calidad de vida de los afectados por el VIH.

Además, en el caso de España, la educación preventiva y la eficacia de algunos programas de concienciación han conseguido disminuir la transmisión en los usuarios de drogas convirtiendo la vía sexual, en parejas heterosexuales, en la forma de transmisión más frecuente.

"Es la transmisión con más riesgo porque afecta a la población en general", explicó. La transmisión por vía heterosexual es también el modo de contagio más frecuente en los países africanos, aunque a ella hay que sumarle también la vía sanguínea, como consecuencia de transfusiones de sangre realizadas en condiciones inadecuadas, y la perinatal, en la que el bebé es infectado por su madre.