Tropiezo en las ondas

La radio pierde su capacidad de innovar. El medio que presume de inmediatez parece envejecer a un ritmo demasiado rápido 'por su incapacidad para adaptarse a los cambios que se producen en la sociedad', afirma Josep Maria Martí, director de Open Radio, el primer encuentro internacional dedicado a la creatividad y los nuevos formatos radiofónicos, que se desarrolló la pasada semana en Barcelona.

Profesionales de la radio europea, comunicólogos y estudiantes acudieron a la convocatoria del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), las facultades de periodismo de universidades catalanas y todas las cadenas que emiten en Cataluña. Su labor consistía en diagnosticar la salud de este medio de comunicación. El viernes facilitaron un último parte médico contundente: 'La radio española vive una crisis creativa espectacular. Se ha convertido en un medio conservador que se niega a arriesgar', critica Martí, responsable también de la cadena SER en Cataluña y profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Una veintena de jóvenes se empeñaban en la sesión de clausura en demostrar que otra radio es posible. Ellos han creado cinco espacios que no encuentran su hueco en la parrilla de las emisoras convencionales pero que seleccionaron los responsables de programación de estas mismas cadenas presentes en el Open Radio por su calidad y originalidad.

Aser Álvarez y Óscar Curros defendieron sus Historias de María Galena, un programa que califican de 'periodismo escénico' y que sólo ha emitido algunos fragmentos a través de SER Galicia. Su idea consiste en hacer informativos conducidos por personajes de ficción, María Galena y su amigo Andrés González, que descubren en su espacio la relación entre las fiestas rave y las drogas sintéticas (usando un micrófono oculto), o visitan Santiago de Compostela para participar en la manifestación universitaria contra la LOU. 'La radio actual no emociona, no hace tilín. Lo que queremos nosotros es cambiar todo esto', dicen sus responsables.

Celia Montalbán, Javier Gallego y Carmen Aguilera recrean el formato que ellos bautizan como 'cine-radio' en Viaje alucinante al interior del organismo de Melange, un ejercicio en el que unen todas las posibilidades del audio y la ciencia-ficción. El universo Melange propone un recorrido por el interior de un organismo afectado por un virus y quiere crear 'una experiencia sensorial a través de los sonidos', aseguran sus creadores. El relato radiofónico relaciona el desplazamiento de un antivirus por el organismo con una serie de experiencias personales, como padecer la sordera o la eyaculación precoz.

'La radio no se mueve, no sabe hacer uso de todas sus posibilidades', afirmaban en la sesión de clausura Toña Media y Ángeles Oliva ante los programadores. Ellas acababan de presentar su Pin_güina, en el que rescatan la ficción y el documental radiofónico relatando la experiencia de una inmigrante ilegal en Estados Unidos. Un concurso completa este cóctel, que 'potencia el riesgo, invitando a la gente a tirarse a la piscina y a jugar', explicaron las autoras de este programa en el que la voz, la música y los efectos se suceden a un ritmo trepidante.

'La radio debe cambiar si no quiere enfrentarse a una crisis publicitaria mortal cuando desaparezcan sus actuales estrellas'. Así de tajante se muestra Armand Balsebre, catedrático de Comunicación Audiovisual y autor de la Historia de la radio en España. Martí va más allá. 'Ésta es la consecuencia de una competencia directa entre emisoras en la que los mismos géneros se disputan el mismo público en las mismas franjas horarias. Una situación que sólo genera la pérdida de audiencia'.

Y en medio de este panorama, Internet toma la delantera en la apuesta por nuevos formatos. 'La net-radio y la radio por ondas son dos medios condenados a converger en uno solo. Mientras las emisoras convencionales se empeñan en hacer más de lo mismo, la red abre un espacio para la comunicación contemporánea libre, de muchos para muchos, donde el receptor ya no es pasivo', explicó Olivier Schulbaum, miembro de Platoniq, grupo que se encarga de analizar los usos del audio en la red.