Un millón de personas padecen demencia en la UE y la cifra se multiplica cada dos años
El profesor de la Universidad de París Dominique Argoud afirmó hoy que, en la actualidad, cerca de un millón de personas mayores de 85 años padecen demencia en la Unión Europea, cifra que se multiplica cada dos años. En ese sentido, señaló que las perspectivas indican que, a medida que envejece la población, más personas padecerán algún tipo de demencia.
Por ello, según dijo, "parece legítimo que los Estados se hagan cargo de estas enfermedades y elaboren políticas públicas para su tratamiento y prevención". Argoud hizo estas declaraciones en el curso Calidad de vida y políticas de atención, que se desarrolla dentro de los Cursos de Verano de San Sebastián.
En su ponencia Argoud explicó que el "mundo médico y las familias son los dos agentes que han contribuido a que en Europa se tome conciencia del problema, tomando la decisión de desarrollar políticas públicas en el ámbito de las demencias seniles".
Según explicó, la medicina cataloga la demencia senil como una patología para la que no hay cura, mientras que las familias denuncian un sentimiento de soledad y abandono que sufren solos con sus enfermos, para los que requieren ciertas ayudas. "Es extraño que un problema que nos afecta a todos, como la vejez, sea considerado por la sociedad como un problema individual", lamentó.
"El problema es visible en todas las capas de la sociedad", dijo, aunque, según precisó, "la crisis del estado de bienestar, la falta de recursos, es la razón que justifica que los gobiernos no tomen medidas en Europa para atajar el problema de la demencia".
En ese sentido, denunció que las "escasas" medidas adoptadas hasta el momento por las instituciones públicas en torno a las demencias han originado dos consecuencias inmediatas y visibles. La primera, que la sociedad conozca la enfermedad de alzheimer y sus síntomas. La segunda consecuencia se refiere al sector médico.
En ese sentido, explicó que "a veces la medicina debería olvidarse de la persona y darle preferencia a la propia enfermedad" Argoud indicó que Francia es el único país europeo que posee un programa de acción pública, desde octubre pasado, para tratar las demencias.
Entre las medidas que contempla dicho programa, destacó el reconocimiento a la dignidad de las personas mayores y la instalación de estructuras de alojamiento mejor adaptadas a las necesidades de estas personas. Las políticas de intervención, a su juicio, requieren la aplicación de las ayudas a través de profesionales especializados.
No obstante, lamentó que, "en Europa, carecemos de personal de enfermería. En Francia, la mayoría de enfermeros son españoles y esta falta de medios ralentiza el tratamiento y la erradicación de las demencias".
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