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Reportaje:

Celia vuelve a casa

La ex ministra promocionó al candidato del PP en Vélez en el primer acto tras su destitución

Preguntada por la presidencia de la Junta, no contestó que no, sino que no quería decir nada. Otra pregunta fue una alusión a Felipe González, que siempre justificó de broma que no podía aceptar la presidencia de la Comisión Europea porque no le sentaba bien 'ni la niebla ni el frío de Bruselas'.

Pregunta: ¿A usted que tal le sienta la humedad y el calor de Sevilla?

Respuesta: Yo me siento comodísima en cualquier lugar de España, con calor seco y con calor húmedo.

En resumen, por dos veces, no ha rechazado la eventualidad de ser candidata a la Junta, que todo el mundo baraja sobre su futuro. Hay otras dos ideas que destacar de su primera rueda de prensa de ex. Primera, se piensa tomar las 'mejores' -ella dijo que las 'primeras'- vacaciones en 11 años. Segunda, dice que todavía no ha 'cogido aire'.

La vuelta de Celia Villalobos a casa fue un aterrizaje suave. No hubo baño de multitudes en su primer acto público tras su destitución como ministra de Sanidad. Ya no tiene coche oficial, pero tuvo varios entre los que elegir en el aeropuerto a su llegada a Málaga ayer a las 17.00. Algunos de sus fieles la esperaban: José Antonio Villegas, presidente de la Confederación Hidrográfica del Sur; Alejandra Aranda, concejal de Playas de Málaga; el teniente de alcalde Manuel Ramos y la secretaria provincial del PP, Mariví Romero. Estos amigos la encontraron 'fuerte y bien'. Otros la vieron 'deprimida'.

Villalobos se desplazó al tercer municipio de Málaga para cumplir un compromiso: apoyar al candidato popular a la alcaldía de Vélez, Francisco Delgado Bonilla, otro amigo y admirador. Tenía previsto asistir el viernes de la semana pasada a la inauguración de la sede del PP local y aplazó su visita siete días, sin saber que ya no sería ministra. Llegó incluso a preguntar si todavía era requerida su presencia y se le confirmó que sí con entusiasmo.

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Llegó a Vélez a las 19.30. Vestía un traje pantalón rojo, con una camiseta blanca, con detalles plateados. Lo primero que hizo fue una visita al convento de Las Clarisas. Delgado Bonilla cuenta que las monjas le dijeron que habían visto por la prensa que venía Celia a Vélez: '¡Tenemos unas ganas de conocerla...!' Así que la ex ministra cumplió con el deseo de las monjitas. Después de la visita, el presidente local del PP dijo que las monjas había estado encantadas y se habían 'reído mucho con Celia'.

Villalobos dio su apoyo a Delgado Bonilla, antiguo director general en el Ministerio de Asuntos Sociales con la socialista Matilde Fernández, fichado por el PP en diciembre pasado y flamante candidato en las municipales. Sonriente, pero tensa, la ministra saludó a algunos lugareños por la calle, compró en una frutería cerezas y melocotones y dijo, en algún momento, que no estaba 'en campaña' para quitarse a periodistas de encima.

Luego presentó la página web del PP veleño y dijo que no ha terminado su mandato en el Gobierno, pero que no es la primera vez en su carrera. Recordó que no terminó su segundo mandato como alcaldesa de Málaga y que tuvo que interrumpir legislatura tanto en el Congreso de los Diputados, una vez, como en el Parlamento europeo. 'No pasa nada. Sigo siendo diputada número uno por Málaga y pienso seguir siéndolo mucho tiempo'. 'Ahora me voy de vacaciones porque me las merezco', dijo Villalobos, que añadió que de otras cosas hablará 'en su momento'.

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