Bonanzááá

Bonaaanzááá, ta tarará tatá tarará, Bonaaanzááá, ta tarará tatá tarará tatááá. Se nos va Álvarez del Manzano y López del Hierro, de nombre José María y a los efectos alcalde de Madrid. A los efectos me remito, quiero decir. Nos lo quita de en medio el plusmarquista, a quien desde aquí envío por ello un par de palmotazos en el espinazo. ¿Cómo celebraremos semejante noticia? ¿Le daremos los madrileños, el día que Álvarez dirija al fin sus pasos a ese cementerio de elefantes que es el Senado, el último adiós que se merece, inspirados en aquella despedida a Enrique Tierno Galván que subió a los ciudadanos a las farolas y a las marquesinas de autobús? ¿Le montamos una cacerolada de réquiem, a él que le gustan tanto las bandas municipales?

Veamos qué nos puede sugerir el propio Álvarez del Manzano y López del Hierro en el folletazo que su Concejalía de Cultura, Educación, Juventud y Deporte ha publicado con el objeto de informar acerca de las actividades lúdicas programadas para los Veranos de la Villa 2002. 'Panorama cultural matritense', lo define el propio José María (éste, no el plusmarquista) en el textito que antecede al despliegue del panorama. Dice que el 'amplio abanico de actividades musicales, teatro, zarzuela, cine, títeres y otros actos (...) contribuye a incrementar el patrimonio cultural de la ciudad'. ¡Ostras, el patrimonio! Veamos, veamos, pues. En la Muralla Árabe, bajo el lema Yo amo Madrid, representación teatral de La venganza de la Petra, de Carlos Arniches (patrimonio, ¡vive Dios!), además de 'Disfraces, artes esotéricas, magia, artesanía, gastronomía y otras muchas sorpresas' (¡no, más no!); en los jardines de Sabatini, Agua, azucarillos y aguardiente, de Federico Chueca, y La Gran Vía, del mismo con Joaquín Valverde (más patrimonio, ¡vive Dios!); en los jardines del Galileo, como 'Espectáculo principal', Serafín el pinturero y la compaña, dramaturgia sobre obras y personajes de Arniches (¿otra vez...?, pues, para estar muerto, sí que chupa cartel el patrimonio...), y, como 'Actividades paralelas', 'cuplés en terraza y concursos de baile de la época' (de la época del patrimonio, quieren decir; aaah, qué diver); en el Teatro de Madrid, 'Temporada de zarzuela' con Luisa Fernanda, Gigantes y cabezudos, La verbena de la Paloma y Doña Francisquita (patrimonio donde los haya, sí señor...), y en el teatro Alcázar Aires del Sur, espectáculo flamenco ecuestre (¡toma ya!); en el Museo de la Ciudad, la exposición El islam patrimonio de todos (¡uy, por Dios!; esto... que le falta una coma a este patrimonio). Ummm, no sé yo si todo esto nos va a servir para la celebración de despedida; quizá deconstruyendo...

Menos mal que en el folletazo hay una sección de 'Salas alternativas' (el Alfil, el Canto de la Cabra, el D. T. Espacio Escénico, el Triángulo) que nos puede dar ideas. Bien, pero sigamos buceando en la inspiración del textito de José María. 'La música en sus distintas modalidades (salsa, jazz, étnica, pop, flamenco, blues, danza, etcétera)', dice. Ajajá, así que la música en sus distintas modalidades, incluida 'danza', incluida 'etcétera'. Ajajá. ¿Quién le habrá hecho al alcalde la relación de 'modalidades'? Alguno de su equipo que ¿se irá?, ¿se quedará? Veamos, veamos, pues: Caetano Veloso, Pat Metheny, Ladysmith Black Mambazo, Mory Kante, Eleftheria Arvanitaki, Franco Battiato, Los Van Van, Raimundo Amador y Tomatito, Chano Domínguez, Khaled, Omar Faruk Tekbilek, Noa, Philip Glass, Kronos Quartet, Omara Portuondo, Gabriela Anders y Robben Ford, Bryan Ferry, B. B. King, Calle 54, Daniela Mercury, Blind Boys of Alabama, Fito Páez, Adrian Iaies y Richard Bona. Dice González, mi asesor musical, que ha visto carteles peores. Vale, vale, pues gracias, oye. Esto... no, si yo sólo me preguntaba por la modalidad 'etcétera', nada, por si me apuntaba a algún concierto y así disfrutaba de la 'bonanza climática' que, según Álvarez, caracteriza al Madrid estival y apreciaba 'su pluralidad y heterogeneidad'.

No sé... ¿Y si hacemos un macrobotellón en la plaza de la Villa con tetrabriks mangados en Sánchez Romero, ese súper cuyo tintorro nazi justificó Álvarez y López como rencilla interna de un empleado despechado? Bueeeno, eso no, que hasta Bush nos ha advertido que mangar está muy feo. Ya veremos. Bonaaanzááá, ta tarará...