_
_
_
_
Reportaje:FERIA DE SAN FERMÍN | LA LIDIA

Primer encierro sin cornadas

El cuarto encierro, con toros del Niño de la Capea, discurrió con peligro, pero sin heridos

¡Por fin, un encierro tranquilo! Una carrera peligrosa pero sin cornada alguna. El cuarto encierro de San Fermín, corrido ayer con toros salmantinos del Niño de la Capea, marcó una feliz excepción en la estadística de este año 2002 y, a pesar de los múltiples incidentes, los cinco astados -uno fue rechazado- de la divisa Gutiérrez Lorenzo llegaron a la plaza sin cornear a nadie.

Y eso que tuvieron múltiples oportunidades, porque la inconsciencia de muchos mozos llevó a algunos al absurdo de pelearse con pastores y Policía Foral pugnando para entrar al coso taurino cuando aún uno de los morlacos permanecía caído en pleno callejón. Una circunstancia insólita y peligrosísima que se agravó cuando una ola de temerarios empujó las puertas de la plaza, que permanecían entornadas, y se topó de bruces con el astado, que no podía levantarse. Hubo quien se sentó incluso en el lomo del toro sin pretenderlo y sin darse cuenta de que su silla era el costillar de un animal que podía matarlo. Increíblemente, no pasó nada.

La inconsciencia de muchos mozos llevó a algunos al absurdo de pelearse con pastores

Los hospitales del Servicio Navarro de Salud sólo atendieron a un mozo, J. G. B., pamplonés de 31 años, herido en el tramo del callejón y que presentaba una luxación de hombro izquierdo. Fue dado de alta. 21 personas más requirieron atenciones menores.

Los toros castellanos salieron como el rayo y mandaron en la manada hasta la curva de Estafeta. Ahí se quebró un día más el orden y varios quedaron rezagados. En Estafeta, la turba de aspirantes al olimpo de la divinidad era tan densa que a duras penas se veía a los animales. Hubo muchos codazos para entrar en la carrera porque los Gutiérrez Lorenzo iban muy deprisa y dificultaban el lucimiento de quienes escogen con gran detalle el color de la camiseta para que las imágenes televisivas agranden sus virtudes atléticas.

Sin embargo, la noticia, la protagonizó un toro rezagado que, tras remolonear peligrosamente en Estafeta, se quedó tumbado en pleno callejón. Los pastores tuvieron que mover su cabeza tirando de la cornamenta y apartándolo de la pared para que cogiera el impulso necesario y se levantara. No fue fácil. No porque el animal no se lo permitiera, sino porque decenas de personas pelearon con los policías forales, que saltaron con sus porras al recorrido, y lograron colarse hacia el interior de la plaza provocando un riesgo enorme cuando cayeron encima del toro. Cuando éste se levantó, enfocó su furia en sentido contrario a la carrera y salió a la calle. Por fortuna, algunos mozos recortaron con gran pericia al animal para enfilarlo hacia la arena. Entró¸ cruzó la arena y desapareció. Ni una cornada.

En los hospitales, la carrera fue vista por los nueve empitonados de los tres primeros días, que evolucionan satisfactoriamente de sus heridas. Ningún corredor engrosó ayer esa lista, ya demasiado larga.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_