Trias corrige a Mas y rechaza desafiar al Gobierno del PP por los traspasos
'Mas tendría que volver a nacer' para copiar al PNV, según ERC
Cataluña no es el País Vasco ni CiU es el PNV. Eso opinan tanto el portavoz de la federación nacionalista en el Congreso, Xavier Trias, como el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y ayer ambos lo evidenciaron sin lugar a dudas. Duran advirtió contra los peligros de radicalización del discurso nacionalista. Trias fue más lejos y matizó al conseller en cap, Artur Mas, quien anteayer afirmó que la Generalitat asumirá unilateralmente competencias no traspasadas por el Gobierno. 'Echar por la calle de en medio puede funcionar en el País Vasco, pero no en Cataluña', sentenció Trias.
El pasado martes, en la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, Artur Mas fue preguntado sobre la advertencia del Gobierno vasco de arrogarse un total de 37 competencias pendientes de traspaso si el Ejecutivo central no iniciaba una negociación sobre el asunto. El conseller en cap declaró que la Generalitat lleva 20 años haciendo lo mismo y recordó la apertura de oficinas comerciales en el exterior pese a la oposición de los anteriores gobiernos socialistas. Y advirtió que hará lo mismo con las competencias 'urgentes' e 'imprescindibles', como, por ejemplo, la creación de oficinas en el extranjero de asesoramiento a inmigrantes que quieran trabajar en Cataluña.
Mas suscribió la estrategia del Gobierno vasco, pero precisó que mientras éste asumirá las competencias 'en bloque', la Generalitat lo hará 'asunto por asunto'.
Pero Trias dijo ayer, en declaraciones a la emisora COM Ràdio, que ni hablar, 'ni en bloque' ni 'asunto por asunto'. Que esta vía puede funcionar en el País Vasco, pero que en Cataluña 'no daría resultados'. 'Nuestra forma de actuar es diferente', agregó. 'Aunque las reivindicaciones son las mismas y hay que continuar insistiendo [ante el Gobierno central], no tenemos que hacerlo con el estilo que lo está haciendo el PNV', insistió Xavier Trias, marcando una vez más distancias con los nacionalistas vascos, con quienes últimamente anda a la greña tras el apoyo de CiU a la Ley de Partidos.
Situaciones diferentes
Duran, por su parte, evitó enfrentarse abiertamente a Mas, pero no se abstuvo de matizar sus palabras. El secretario general de CiU manifestó, en Ona Catalana, que la apertura de oficinas de extranjería en el exterior es una excepcionalidad y que respecto al resto de las competencias pendientes de transferir, el Gobierno catalán no tiene por qué optar por la misma vía que el vasco. 'Son', dijo, 'situaciones diferentes y estrategias completamente distintas, sobre todo porque el Gobierno vasco tiene un fuerte enfrentamiento político con el Ejecutivo del Estado'.
El dirigente nacionalista expuso su escepticismo sobre los resultados de la estrategia del PNV porque, en su opinión, legalmente es muy difícil asumir competencias sin un acuerdo previo con el Gobierno central 'y sin haber pactado su financiación'.
En cualquier caso, y en una intervención en Santa Perpètua de Mogoda en la tarde de ayer, Duran Lleida advirtió contra la tentación de algunos dirigentes de CiU de 'radicalizar el discurso nacionalista' porque, aseguró, 'no servirá absolutamente de nada'. CiU, a juicio de Duran, debe apostar por tanto por 'ganar conciencias nacionales donde no las hay', es decir, en el área metropolitana de Barcelona, donde los ciudadanos 'sintiéndose catalanes también se sienten españoles'. Sólo así CiU podrá conseguir 'nuevos electores' y ganar las próximas elecciones autonómicas.
Adelantándose a posibles críticas de los sectores ideológicos más nacionalistas, Duran Lleida señaló que 'no se trata de proponer un desarme unilateral del nacionalismo', sino 'llegar a la ciudadanía que básicamente vive en el cinturón de Barcelona o en los barrios de las grandes ciudades'.
El sistema por el que apuesta Duran sólo se logrará, agregó, con un discurso que 'ponga el acento sobre la acción de Gobierno que estamos llevando a cabo y que queremos continuar desarrollando en el futuro'.
Las palabras de Artur Mas el pasado martes provocaron la airada reacción del Partido Popular, cuyo presidente regional, Alberto Fernández Díaz, advirtió a CiU de que avalar la vía Ibarretxe supone un 'ingrediente' a la crisis de relaciones entre ambos partidos y avisó a la federación de que en breve 'deberá dar explicaciones' de esta 'estampida'.
Para el PP catalán, la amenaza del conseller en cap de 'tirar por la calle de en medio' si el Gobierno central no traspasa a la Generalitat las competencias pendientes supone hacer 'un seguidismo del PNV' y 'poner el acento en el arrebato'. Por este motivo, una vez más avisó a CiU que modifique su actitud si quiere seguir contando con el apoyo parlamentario del PP.
'Ponen el acento en una posible prórroga de los presupuestos, en que quieren gobernar Cataluña en minoría y sin diálogo, insinúan que se podrían avanzar las elecciones catalanas y además ahora abren la puerta a un discurso de imitación del que está poniendo en práctica el PNV, es decir, abrir un proceso de confrontación con el Estado', manifestó Fernández Díaz.
Si para el PP el aviso de Mas supone una amenaza en toda regla, para Esquerra Republicana no deja de ser un simple amago. En opinión del portavoz independentista, Joan Ridao, 'para que el conseller en cap tirase por la calle de en medio como Ibarretxe haría falta una circunstancia sobrenatural, como es que Mas volviese a nacer'. Ridao consideró 'sorprendente' que Mas diga lo de 'tirar por la calle de en medio', porque con sus pactos con el PP, CiU ha optado por una dinámica posibilista que se aviene con la clásica forma de hacer de Pujol, y requiere 'evitar todo tipo de confrontaciones institucionales'.
Sin embargo, ERC estima que el balance de esta estrategia 'es claramente empobrecedor' ya que 'a las 37 competencias estatutarias pendientes se añaden 40 más vinculadas a sentencias del Tribunal Constitucional o a previsiones de las leyes de presupuestos'.
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