Batasuna provoca nuevos incidentes en los plenos y tres jóvenes del PSE se encadenan al Parlamento

Los cargos públicos de Batasuna continuaron ayer provocando incidentes en los plenos de distintas instituciones de Euskadi, dentro de la campaña llevada a cabo esta semana para protestar por la aprobación en las Cortes de la Ley de Partidos. En la Cámara de Vitoria, los parlamentarios de Batasuna exhibieron carteles contra el 'fascismo', en el momento en que intervenía su portavoz, Arnaldo Otegi, dentro del debate para la ratificación de los acuerdos alcanzados en la Mesa de Arkaute por los partidos del Gobierno vasco y el PSE. El presidente de la Cámara, el peneuvista Juan María Atutxa, interrumpió el discurso de Otegi y reclamó a los parlamentarios que depusieran su actitud o abandonaran la sala. Hicieron esto último tras mostrar ostensiblemente los carteles, que sacaron de debajo de la ropa, a los diputados populares y socialistas. Los portavoces de estos dos partidos reprocharon a Atutxa su consideración con quienes les insultaban, ya que después del incidente el presidente devolvió el uso de la palabra a Otegi.

Poco antes, tres jóvenes de las Juventudes Socialistas de Álava, cubiertos con capuchas rojas, protagonizaron un insólito acto de protesta, más habitual de los grupos del entorno de Batasuna: se encandenaron a la verja del Parlamento vasco para reclamar libertad al lehendakari, Juan José Ibarretxe. Agentes de la Ertzaintza liberaron rápidamente a los tres militantes, mientras otros cinco compañeros portaban una pancarta con el texto: 'Lehendakari, estamos locos. ¡Queremos libertad!'.

Los ocho fueron identificados por la policía autonómica, quien les comunicó que se les denunciará por alterar la seguridad ciudadana. Posteriormente leyeron un comunicado en el que reclaman 'unidad contra el delirio nacional-terrorista' y se preguntan si 'están en su sano juicio los que comparten toda su solidaridad activa y pública con los verdugos', en lugar de hacerlo 'con los amenazados'.

El plante anunciado por Batasuna contra la ley que abre la puerta a su posible ilegalización tuvo también su plasmación en otras instituciones. En las Juntas Generales (Parlamento provincial) de Vizcaya, reunidas en Gernika, los representantes de esta formación se pusieron como mordazas pegatinas con la bandera española y mostraron varias pancartas en el momento en que intervenía el representante del PSE. El presidente de las Juntas, el peneuvista Aitor Esteban, llamó al orden por tres veces a los apoderados de Batasuna y, al mantener éstos su actitud, los expulsó de la sala y suspendió temporalmente la sesión.

Forcejeo en Rentería

Los incidentes más graves se produjeron, sin embargo, en el Ayuntamiento de Rentería (Guipúzcoa). Antes de comenzar el pleno, los concejales de Batasuna se presentaron con camisetas en las que se podía leer 'Stop al fascismo. Democracia para Euskal Herria' a la sesión fotográfica para el programa de fiestas de la localidad. Ante la provocación, el resto de los corporativos decidió no posar. Una vez en el pleno, el alcalde, Miguel Buen (PSE), retiró la palabra a la portavoz de Batasuna cuando comenzó a leer un manifiesto contra la posible ilegalización de su formación, momento en el que sus otros cinco compañeros se levantaron y mostraron los carteles que portaban. Los concejales se resistieron al desalojo ordenado por el alcalde, forcejeando y amenazando a los policías municipales. Más tarde irrumpieron en otra sala a la que se había trasladado la sesión.

En el Ayuntamiento de Getxo (Vizcaya), fueron los concejales del PP y PSE quienes abandonaron la sesión al mostrar sus camisetas los ediles de Batasuna. El alcalde, el peneuvista Iñaki Zarraoa, criticó por 'injustificada' la marcha de populares y socialistas. Éstos, por su parte, denunciaron la 'permisividad' de Zarraoa, que 'una vez más se decanta por la compañía de los que apoyan la violencia'.