'No sé si es compatible la Academia con lo que yo digo'
La tercera edición de los Encuentros de Arte y Cultura de Bilbao se abrieron ayer con el curso Arrabal, 70 años de autoteatro y la presencia del escritor en este recorrido por su obra dramática y cinematográfica. Fernando Arrabal (Melilla, 1932), quien durante estos días estará presente en los coloquios del curso, es una de las voces más interesantes de la literatura española y un hombre polifacético que gusta de hablar de sus pasioens por el ajedrez, las matemáticas o la metafísica.
Pregunta. ¿Qué lugar ocupan en su obra estas dedicaciones paralelas?
Respuesta. Son lecturas que me llevan mucho tiempo, son enigmas sobre los que reflexiono.Pero en donde juego realmente es en la creación, que es siempre poesía. El poeta es un hacedor, aunque yo nunca sé lo que voy a hacer. Tengo un croquis, pero luego espero que salga el sol por donde quiera.
P. Usted ha sido considerado siempre como un enfant terrible, y es notable su vinculación con las vanguardias. ¿Le tienta la Academia?
R. A mí me interesa crear, y los juguetes me atraen un poco menos. He recibido muchos premios en mi vida, unos más merecidos, otros menos, y otros me los han rechazado. No sé si es compatible entrar en esos lugares con lo que yo digo. Estoy abierto a todo, pero que haya rumores en Madrid o en Estocolmo, que reciba el chupete o no lo reciba, no cambiará mi obra.
P. Sin embargo, mantiene buenas relaciones con los escritores influyentes en esos ámbitos.
R. Una cosa que me honra es que en la última final del Premio Cervantes recibí el apoyo de Hierro, Cela y Umbral. Al parecer, Fidel Castro no estaba muy conforme con que me dieran a mí el premio, lo que es una cosa que me honra. Si un jefe de Estado se impone a través de sus peones en la decisión de un jurado entonces no es el premio que yo quería recibir.
P. ¿Qué consideración le merecen los atentados contras las Torres Gemelas en su reflexión sobre la trascendencia?
R. Me parece que no se ha investigado lo suficiente sobre esos acontecimientos. Pero si significa que se puede llegar al fin de unas religiones trasnochadas, me parece bien. Nunca se sabe cuáles pueden ser las consecuencias de un suceso.
P. ¿Cómo vivió aquel día?
R. Recibí la noticia de Umberto Eco y Baudrillard. Luego he leído otras cosas, diversas, y yo espero todavía una información más clara de todo esto. Me creo todo y lo dudo todo. 'Usted y yo que somos agnósticos', me decía Ionesco, cuando le íbamos a visitar en los últimos años. Eso sí, si sirviera para que desaparezcan las burkas, ya sería un buen paso, aunque de momento, existen. No me gusta tratar estos temas con frivolidad, pero a mí me parece más significativo que el ataque a las torres gemelas, la última novela de [Michel] Houllebecq.
P. Ha hablado usted de Ionesco y el agnosticismo. Pero, al parecer, su amigo acabó creyendo con una gran pasión en el final de sus días.
R. Ésa es una circunstancia frecuente. Cuando le íbamos a visitar en aquel último año, recuerdo cómo se puso cuando mi mujer, una gran admiradora y conocedora de Francisco de Asís, le comentó a Ionesco que el santo no era más que histérico. Ionesco casi se muere. Con Borges me ocurrió algo parecido. Ya se sabe que era un hombre muy crítico con los creyentes y era conocido su agnosticismo. Un día, después de una discusión sobre el asunto, le acabe preguntando: '¿Usted reza?' Y me constestó: 'Sí, porque se lo prometí a mi madre'.
P. Al mismo tiempo, es un apasionado de las matemáticas, presuntamente en los antípodas de Dios.
R. No crea. Ya se ha superado el interés por los fractales y la teoría de las catástrofes. Hoy todos los departamentos de matemáticas de vanguardia del mundo están interesados en las matemáticas de motivos, excepto el de la Universidad de Tel Aviv, por su adscripción religiosa. Y es que la matemática de motivos busca a Dios, lo inexplicable. A mí me gustaría ser como Sócrates y poderme morir tranquilo sabiendo que hay un Dios que me va a acoger. Así, hasta te puedes permitir alguna broma en el momento final.
P. El curso incluye la representación de dos de sus obras de teatro y la proyección de Viva la muerte. Pero en España se le reconoce por su dramaturgia.
R. No siempre mi cine ha sido minoritario. Hay que tener en cuenta que Viva la muerte ha sido una de las películas más taquilleras del cine español. Pero sí, es cierto que Jorge Luis Borges, una vida de poesía es una película realizada con carácter selectivo, pero también es mi menos mala película. Tengo una gran admiración por el cine en general, creo que es la poesía de hoy.
PERFIL
Más reconocido en Francia que en España, Fernando Arrabal es un exponente del riesgo en la escritura, con una vida repleta de gestos generosos como cuando pidió firmas para la libertad de Agustín Ibarrola. Arrabal es autor de una obra ingente que aparece bien reseñada en su web www.arrabal.org
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