Los frentes de KPMG Consulting
La consultora 'española' negocia unirse a su 'hermana' americana, que tantea a Andersen
La consultora KPMG Consulting Spain ha visto desde la barrera los movimientos de su hermana estadounidense para hacerse con 23 filiales de Andersen, la española incluida, y la reintegración en la firma americana de otras KPMG europeas más grandes (Alemania, Suiza y Austria). Ahora es su turno. La consultora negocia su unión a la firma, con la que comparte orígenes y de la que se separó hace dos años ante la salida a Bolsa.
La consultora, que factura 17 millones de euros y da empleo a 340 personas, es el resultado de la separación de auditores y consultores
Hace un par de semanas la consultora estadounidense KPMG Consulting Inc. (KCIN), una de las pocas firmas del sector que ya están en Bolsa, anunció un acuerdo valorado en 685 millones de dólares para hacerse con sus hermanas en Alemania, Suiza y Austria. El mismo día, la empresa que opera bajo la misma marca en España reconocía que también se encontraba en el punto de mira de los americanos, empeñados en reconstruir su presencia en Europa tras un par de años de ausencia y con los que ya había empezado a negociar.
A estos dos movimientos hay que añadir un tercero para entender la situación a la que se enfrenta KPMG Consulting en España: el viaje que, según fuentes cercanas a la operación, ha hecho un equipo de KCIN a Madrid para tratar de convencer a los 22 socios de consultoría de la dinamitada Andersen de que se unan a la firma.
La consultora española, creada hace tan sólo dos años, cuando KPMG decidió separar de forma tajante sus negocios de auditoría y consultoría para garantizar la independencia de los auditores, da empleo a 340 profesionales y facturó el año pasado 17 millones de euros. Aunque no está entre las grandes empresas del sector por tamaño -sólo Accenture facturó el último ejercicio 527 millones de euros y da empleo a más de 7.000 trabajadores-, está en plena fase de expansión, con un crecimiento anual que supera el 240% y el consiguiente reflejo en el aumento de plantilla.
De alcanzar un acuerdo con KCIN, que a través de la compra de los alemanes ya posee una participación minoritaria de la consultora española, el cambio no sería traumático. La firma no sólo comparte orígenes centenarios, marca y forma de hacer negocio con sus colegas americanos, sino que la relación que mantiene 'no es muy distinta' de la que tienen filiales de una misma empresa, explica a través de un cuestionario su consejero delegado, Joseph J. Lagioia. Salvo en la propiedad.
Y es que, aunque tenga el mismo nombre -incluso que los auditores, abogados y asesores, con los que desde hace dos años no tienen más que ver-, se trata de compañías totalmente diferentes, lo que muestra la complejidad que han alcanzado las grandes firmas de servicios profesionales. Éstas nacieron como auditoras, reunieron durante años líneas de negocio muy diferentes y hoy se esfuerzan, presionadas por los mercados, por separar a los auditores de los consultores.
En el caso de KPMG, ese esfuerzo no sólo tuvo como consecuencia la separación de los consultores, sino también la profusión de empresas que mantenían las mismas siglas como nombre, pero se veían obligadas a cambiar de apellido para evitar confusiones.
Los consultores de KPMG en Estados Unidos se despidieron de sus colegas auditores y abogados el año pasado por la vía rápida: la salida a Bolsa. KCIN se convirtió en una compañía totalmente independiente y se quedó sin negocio europeo propio, a pesar de mantener acuerdos de colaboración estrecha con un buen número de antiguos compañeros, entre ellos los españoles. Los antiguos negocios de consultoría de la auditora en Europa siguieron controlados por la matriz de la auditora (KPMG International), si bien con una muralla entre ambos negocios y puestos a la venta, aseguran fuentes del sector. La premura de KCIN por recuperar peso en Europa se produce después de que su competidor Atos Origin se hiciera con las KPMG Consulting de Holanda y, sobre todo, Reino Unido.
Tras la adquisición de las prácticas de Alemania, Austria y Suiza por parte de KCIN, sería ahora el momento de asentarse en los mercados europeos de tamaño medio, argumentan en España. Según Lagioia, incluso aunque el acuerdo no saliera adelante, se mantendría 'el mismo tipo de relación de colaboración plena' entre ambas firmas.
Lo que no quiere comentar ni por escrito el consejero delegado de la consultora es la posible unión de los 800 profesionales de Andersen en España, ya que las negociaciones se llevan directamente desde la sede de la compañía americana en Virginia (EE UU).
La propuesta es golosa -incluye una prima para los socios-, y los arturos, que junto al resto de profesionales de la firma en España habían sellado un acuerdo con Deloitte, la están considerando seriamente. Fuentes cercanas a la operación aseguran que la decisión se tomará este mismo mes. De triunfar ambos procesos, lo lógico sería integrar ambas firmas, que tienen tamaños, culturas y orígenes diferentes, lo que convertiría a KPMG Consulting en la novena consultora en España, con una facturación de casi cien millones de euros.
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