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Encarcelada una mujer como supuesta autora del incendio en el que murió su hijo de 4 años

Los investigadores creen que la mujer vertió gasolina sobre la cama del menor

El juez de guardia que instruye el caso del niño de cuatro años que murió asfixiado por el humo de un incendio en la madrugada de ayer en un chalé de San Lorenzo de El Escorial ha ordenado el encarcelamiento de la madre, acusada de causar el fuego. Fuentes de la investigación aseguran que la mujer compró gasolina días antes de la tragedia y creen que la vertió sobre la cama del menor la noche del incendio. Además, algunos vecinos aseguran que, al intentar salvar al menor, se toparon con la puerta de su habitación atrancada. La mujer será sometida a un examen psicológico.

En el momento de declararse el incendio, alrededor de la una de la madrugada de ayer, se encontraban en el chalé, situado en el número 38 de la calle de Juan Fernández Navarrete, en la urbanización Felipe II, la madre, la abuela, el menor fallecido y la hermana de éste, de siete años.

La madre, Leonor N. B., de origen guineano, de 28 años, ingresó en prisión a primera hora de la tarde de ayer. Fuentes de la investigación aseguran que fue ella la que 'quemó al niño', ya que vertió gasolina sobre la cama del niño. Estas mismas fuentes consideran que la mujer 'estaba perturbada' debido a su situación afectiva: separada desde hacía meses de su marido, un ejecutivo que goza de una buena situación económica, temía perder la custodia de sus dos hijos.

El juez instructor del caso tomó ayer declaración a la mujer dos veces. Los investigadores creen que Leonor N. B. intentó simular un accidente, por lo que se quemó en un brazo durante el incendio. Tampoco descartan que intentara suicidarse, pero, al abrasarse el brazo, se arrepintiera y huyera del lugar. 'Desde luego, es muy raro que una madre no intente salvar a su hijo de las llamas y que salga antes del chalé', explicaron fuentes de la investigación. Las pesquisas están pendientes de los análisis que efectúe la policía científica. Estos exámenes permitirán determinar si la mujer colocó algún mueble para bloquear la puerta, como creen los investigadores.

Algunos testigos de la tragedia aseguraron que la madre, poco después de declararse el incendio, se encontraba 'completamente conmocionada' y que gritaba en medio de la calle: '¡Mi hijo, mi hijo!'. La hermana del niño fallecido salió la primera de la casa. 'La mujer estaba histérica, con un ataque de nervios impresionante. La intenté llevar a mi casa, pero tenía miedo de los perros', comentó un vecino. La abuela, en opinión de los testigos, parecía la más entera.

El incidente adquirió muy pronto tintes dramáticos: los vecinos intentaron rescatar al pequeño. Pero la puerta de la habitación del niño no se podía abrir y la ventana también estaba cerrada y con las persianas echadas. 'Intentamos salvar al niño por todos los medios, pero la casa estaba sin luz y no se veía nada', relató un vecino. 'El humo y el calor eran impresionantes, yo creo que debido a que la casa es de tarima y tiene una capa de poliéster', agregó. Otra de las personas que intentó rescatar al niño está convencida de que la puerta de la habitación estaba atrancada por dentro. Otro de los vecinos que intentó rescatar al pequeño relató ayer a Efe que cuando llegó a la casa no pudo entrar 'porque la puerta de la vivienda estaba bloqueada con un mueble'. Varios testigos señalaron que era patente el olor a gasolina en la casa.

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Palabras incoherentes

Un vecino que entró en el chalé sostiene que salió de su vivienda al oír los lamentos de una mujer. 'Me encontré a la madre de los niños en la calle, medio desnuda y muy confusa', comentó. Según este residente, la mujer también habló algo sobre gasolina, pero sus palabras le resultaron del todo incoherentes.

La madre deberá pasar un examen psicológico para determinar si en el momento de los hechos sufrió una enajenación mental.

Cuatro dotaciones de bomberos de la Comunidad apagaron el incendio. Los médicos se hicieron cargo de la madre. Su ex marido, que vive cerca de la estación de autobuses de San Lorenzo de El Escorial, fue localizado sobre las 2.30 de la madrugada. La Guardia Civil le dio la triste noticia. La hija de siete años y la abuela pasaron la noche en un hotel de la localidad, alojadas por los servicios sociales del Ayuntamiento.

Las trágicas consecuencias hacían pensar en un fuego devastador. Sin embargo, el único vestigio del fuego que se apreciaba ayer por la mañana en el exterior de la casa era una ventana quemada en la segunda planta del adosado, la ventana de la habitación donde dormía el menor.

RICARDO GUTIÉRREZ

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