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La policía vigila una piscina de Villaverde a causa del vandalismo

Un grupo de menores amenaza a usuarios y trabajadores

Los trabajadores de la piscina municipal de Plata y Castañar (Villaverde) decidieron el pasado jueves cerrar estas instalaciones al público. Era una forma de protestar ante las agresiones que sufren por parte de un grupo de menores que, según explican los empleados, se dedica a insultar y a molestar a los usuarios. Cinco socorristas han dimitido por esta razón. Ayer abrió de nuevo, con una novedad: una patrulla de la Policía Municipal custodia el recinto. Los agentes permanecerán de patrulla todo el mes.

Los conflictos en la piscina municipal de Villaverde son 'históricos', según explican los trabajadores. 'Desde hace unos años, un grupo de unos 30 menores, de entre 12 y 16 años, procedentes de los poblados de realojo que hay aquí cerca, se cuela en la piscina e insultan, agreden y roban a la gente', señaló ayer Óscar Marín, director de las instalaciones. 'Se creen que esto es una ciudad sin ley. Manosean a las chicas, se bañan vestidos y meten en la piscina bebidas alcohólicas y porros', agregó. Ayer por la mañana, mientras algunos bañistas se refrescaban en el agua, estos chavales amenazaron a Marín. 'Te vamos a matar, sabemos que eres el director y te vamos a destrozar todo esto', increpó uno de los chavales al director en la puerta de las instalaciones. En la entrada se podían observar las marcas de varios perdigones, disparados, según los trabajadores, por estos chicos. Hace unos años, a esta piscina acudían miles de personas cada día. Ahora no pasan de 40.

Hasta el año pasado, una empresa privada, Segur Ibérica, se encargaba de la vigilancia. Ahora ya ni van, aunque el contrato con el Ayuntamiento no vence hasta el 30 de junio. Esto no va a variar, porque ninguna otra empresa se ha presentado al concurso para vigilantes que regirá a partir de julio.

La desesperación del director es palmaria: '¡Esto es Fort Apache, estamos asediados!', exclamó Marín, que comentó que en menos de un mes ya han dimitido cinco socorristas. 'Algunos no duran ni un día. Y hay que ver a tiarrones altos y grandes irse de aquí llorando, agobiados por los chavales', añaden los trabajadores.

Una patrulla de la Policía Municipal vigila desde ayer la piscina. 'Nos han dicho que van a estar aquí el mes de junio. Como dejen de venir volvemos a cerrar, porque así no podemos trabajar', alertó Francisco Cortázar, presidente del comité de empresa.

El Tío Pepe, patriarca gitano del poblado de Plata y Castañar, se acercó ayer a las instalaciones para mediar en el conflicto. 'Yo les digo a los chicos que no se acerquen a la piscina. Y como no me hagan caso, me lío a palo limpio', amenazó.

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