Los Lakers no encuentran rival

La forma fue diferente pero el fondo el mismo. Victoria de Los Ángeles Lakers en el tercer partido de la final frente a Nueva Jersey Nets 103-106 (3-0 en la eliminatoria). El equipo californiano se sitúa a un triunfo del título por tercer año consecutivo. A diferencia de los dos primeros partidos, el resultado estuvo en el aire hasta los últimos segundos. La fórmula casi siempre se cumple. Llegar al final con el marcador igualado, más tener como rival a Los Ángeles Lakers, igual a derrota casi inevitable.

Los Nets tuvieron que jugar al límite para poner contra las cuerdas a los Lakers. Pero aún así no es suficiente. Jason Kidd logró 30 puntos y 10 asistencias, el porcentaje de tiro fue al fin decente con un 51% de acierto. A buena hora, su entrenador, Byron Scott, decidió buscar alternativas a la defensa de Shaquille O'Neal: dos contra uno y zona. Pero claro, si te vuelcas en la defensa del pívot aparece el escolta. 36 puntos del máximo anotador del partido, Kobe Bryant. Los Nets no están matemáticamente muertos pero sí clínicamente agónicos. Da la sensación que la final de la NBA finalizó hace nueve días cuando los Lakers acabaron con la resistencia del Sacramento Kings.

De un 94-87 favorable a los Nets a falta de algo más de seis minutos, a un 96-100 con dos minutos y 15 segundo por jugar. Parcial de 13-2 favorable a los hombres de Phil Jackson, anotaron ocho de sus últimas 11 posesiones, tuvieron un 60% de acierto en el tiro y superaron en rebotes al Nueva Jersey en el último cuarto. Hay quien achaca esta superioridad de los Lakers en los epílogos de los partidos a que cuenta con los dos mejores jugadores de la liga. Para el gurú Jackson, el secreto se esconde en las técnicas de respiración y meditación que utiliza con sus jugadores.

El monólogo de Shaquille O´Neal en los dos primeros partidos se repitió en el tercero: 35 puntos, 11 rebotes, y lo más sorprendente 11 de 17 en tiros libres. 35 de 52 en los que va de final, un notable 65 % de acierto en los tres partidos.