'La selección de Brasil en el 82, la mejor'

Roberto Carlos (São Paulo, 1973) se crió en una plantación de café y sus condiciones físicas y técnicas le han convertido en un millonario. Un potentado con una misión en estos días. Vive obsesionado con hacerse un lugar en el corazón de la torcida canari-nha.

Su segundo Mundial le pilla con la calma de un veterano resabiado. Ha marcado un gol, de falta, contra China y se encuentra feliz, en sandalias y pantalones cortos, mientras se pasea por el primer piso del hotel de concentración de Brasil.

En Francia 98 sufrió el acoso de un sector de la prensa, que le acusó de demagogo, soberbio e insensible a los problemas sociales de su país. 'Este reloj vale un piso', dijo, señalándose su Rolex de oro, en medio del torneo francés y ante las cámaras. Aquel gesto le llevó a ser repudiado por gran parte de los hinchas de su país. De modo que este Mundial es una revancha. Juega bajo presión añadida. Está obligado a ganar, a caer bien y a dar espectáculo. A sorprender a la grada, según manda su propio dogma.

Pregunta. ¿Cuál es la mejor selección que vio en su vida?

Respuesta. La de Brasil del 82.

P. ¿Por qué?

R. La comunión que hubo entre esos jugadores no se ha visto nunca en la historia del fútbol de Brasil. No ganaron nada, pero tenía un medio campo y una delantera memorable: Falçao, Sócrates, Zico, Cerezo, Serginho y Eder. Se entendían de memoria.

P. ¿Qué jugador le ha dado más problemas?

R. Figo.

P. ¿Qué jugador le marcó?

R. Ninguno.

P. ¿No admiró a nadie?

R. A Maradona.

P. ¿Un argentino?

R. Mi ídolo fue Maradona.

P. ¿Por qué?

R. Porque hacía feliz a la gente, que de eso se trata este juego. De dar espectáculo.

P. ¿Qué hace entre partido y partido?

R. Juego a la PlayStation. Aquí hay muchos jugadores con consola. Denilson, por ejemplo.

P. ¿Ha superado los problemas que tuvo en Francia?

R. Este Mundial es más tranquilo. No hay tanta presión sobre el equipo.

P. ¿Le duele la rodilla?

R. Físicamente, estoy muy bien. Mejor que otros veranos.

P. Sus compañeros en el Madrid, Morientes, Hierro y Raúl, dicen lo mismo en la selección española.

R. Es psicológico. Cuando las cosas salen bien, cuando ganas títulos como la Copa de Europa, cuando haces buenas temporadas, tienes menos dolores.

P. ¿A qué jugador le gustaría enfrentarse?

R. A Raúl.

P. ¿En qué estadio?

R. En Yokohama, en la final: España-Brasil.

P. El Inter lo llama. ¿Acudirá?

R. Tengo una buena relación con Moratti , pero me debo al público de Madrid. El Madrid me ha dado mucho y pienso cumplir mi contrato.