Aznar garantiza a Suárez Illana que todo el Gobierno se implicará en su lucha contra Bono

La cita definitiva fue en La Moncloa el pasado miércoles. El presidente del Gobierno, José María Aznar, se reunió a solas con el nuevo candidato del PP en Castilla-La Mancha, Adolfo Suárez Illana. Era la reunión que aguardaba el hijo del primer presidente de la democracia para aceptar el envite hasta ahora inabordable de derrotar al socialista José Bono en su feudo histórico, el que controla desde hace 20 años. Suárez Illana asumió la apuesta tras obtener de Aznar el compromiso de que implicará a todo el Gobierno central en la pugna. El PP de Castilla-La Mancha anunció ayer esta candidatura con 'euforia' porque cree que Suárez puede ganar si obtiene incluso 50.000 votos menos que Aznar en las generales de 2000.

El Comité Ejecutivo Regional del PP en Castilla-La Mancha pasó ayer el trámite de nominar a Suárez Illana como candidato autonómico con una propuesta que envió por fax a la sede central y que será ratificada mañana en Madrid por el Comité Electoral Nacional del partido. Lo hizo oficial el nuevo presidente regional de los populares, José Manuel Molina, que tiene muy clara cuál va a ser la tarjeta de presentación del cartel estrenado, porque lo dijo hasta en nueve ocasiones: 'Suárez representa la moderación, el centrismo, la ilusión, una apuesta de futuro por el cambio'.

Molina subrayó que Suárez Illana dispone a partir de ahora del respaldo unánime de los cinco presidentes provinciales, algo siempre difícil en esta comunidad, y de los 43.000 militantes del PP en la región. Porque lo que sí ha comprobado ya la dirección del PP, en Madrid y en Toledo, es que la designación de Suárez Illana ha caído muy bien en sus filas, que hace pocas semanas estaban tremendamente desilusionadas ante los datos de encuestas internas que vaticinaban otro triunfo fácil del socialista Bono, que ha cosechado hasta ahora cinco mayorías absolutas en esa comunidad.

El PP de Castilla-La Mancha ha pasado así en pocas semanas del desánimo a 'casi la euforia'. Y el gran protagonista de ese giro es una persona de casi 40 años de la que apenas se conoce poco más que la impronta política de su nombre, Adolfo Suárez Illana, y una gran afición al toreo. El hijo del ex presidente Adolfo Suárez fue el fichaje estrella del XIV Congreso del PP del pasado mes de enero y ya entonces se ofreció para concurrir donde hiciese falta, 'incluso en Galdácano'.

El PP se fijó en Suárez para Castilla-La Mancha cuando sopesó que con el anterior candidato, Agustín Conde, se encaminaba a otro fiasco en esa región, donde Bono se destacó casi por 13 puntos en los comicios de 1999. El siguiente paso fue incluir su nombre en una encuesta para sondear su valoración. Los datos fueron esperanzadores. El hijo de Suárez acogió bien la idea, por su querencia a una tierra donde pasa muchos fines de semana en la finca de su suegro, el ganadero Samuel Flores, y porque entiende, como Aznar y el PP, que Bono lleva demasiado tiempo en el poder.

Suárez Illana pidió una entrevista con Aznar y ésta se produjo el pasado miércoles en La Moncloa. La conexión entre ambos es buena hace tiempo por los contactos de Suárez Illana con el grupo conocido como el Clan de Becerril, donde está el futuro yerno del presidente, Alejandro Agad.

Aznar le prometió a Suárez Illana que echará 'toda la carne el asador' en esa disputa autonómica e implicó en esa tarea a todo su Gobierno, algo que demandó sin éxito mucho tiempo el defenestrado Agustín Conde.

El candidato ha mantenido ya varias reuniones con el nuevo presidente regional del partido, José Manuel Molina, y entre ambos han comenzado a pergeñar la estrategia de trabajo. Suárez Illana se trasladará en breve plazo a vivir y a trabajar a Toledo. El PP quiere enfatizar así que sus compromisos vitales y políticos son más importantes que sus escasas raíces en la comunidad.

El PP ha estudiado los últimos resultados electorales y cree que Suárez Illana puede ganar a Bono si lograr encarnar el espíritu perdido del 'centro político' que han demostrado en las urnas en esa comunidad tanto Aznar como el propio presidente autonómico socialista, que vencieron a sus respectivos rivales con márgenes de 13 puntos (53% de los votos). Suárez podría ser presidente con cinco puntos menos (47%), es decir, 50.000 papeletas menos que las que votaron a Aznar en 2000; pero requiere siete puntos y 80.000 electores más que los sumado por el PP en las últimas autonómicas.

Molina interpreta las reacciones de estos días de diversos dirigentes socialistas contra Suárez y él mismo en su 'gran nerviosismo'. Ayer mismo, Bono, en la Cadena SER, recordó épocas pasadas en las que los políticos llegaban a esa región para 'cazar y ascender' y criticó la escasa relación de Suárez con esa tierra sólo para 'las monterías'. Cuestión que remachó: 'Como gobernador civil no tendría precio'.