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Crónica:FERIA DE SAN ISIDRO | LA LIDIA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Un pollo para Hermoso

Antonio Lorca

No hay público más agradecido que el de los espectáculos de rejoneo: divertido, entusiasta, dispuesto siempre al aplauso y solícito hasta el enfado en la petición de trofeos. A veces, como ayer, el público, especialmente el de sol, parece la representación más auténtica de la España cañí y castiza de los años sesenta.

Cuando Hermoso de Mendoza daba una triunfal vuelta al ruedo con la oreja de su primero, un espontáneo bajó al ruedo para colocarle un pañuelo rojo en el cuello; otros lanzaron botas de vino y conminaban al rejoneador para que probara el buen caldo de la tierra, y, por último, alguien le regaló un pollo de corral vivo y coleando atado a una cuerda para evitar desbandada molesta de última hora. ¿Hay que ser o no hay que ser cañí para venir cargando con un pollo por todo Madrid con la ilusión de regalárserlo al triunfador de la tarde? ¿Y si no hay triunfador? Pues, vuelta con el pollo para el pueblo.

Bohórquez / Hernández, Bohórquez, Hermoso

Toros despuntados para rejoneo de Fermín Bohórquez, aceptables de presentación, sosos y descastados. Leonardo Hernández: rejón en lo alto (vuelta); pinchazo y rejón en lo alto (silencio). Fermín Bohórquez: rejón trasero y caído (vuelta); pinchazo y metisaca (oreja). Pablo Hermoso de Mendoza: rejón en lo alto (oreja); dos pinchazos y rejón trasero (ovación). Plaza de Las Ventas, 25 de mayo, 13ª corrida de feria. Lleno.

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¿Y qué hizo Hermoso con el pollo? ¿Lanzarlo al tendido? No, señor. Se lo entregó a un subalterno; y éste, a su vez, a un cuidador de los caballos, que lo puso a buen recaudo. Un pollo de corral no es para despreciarlo en los tiempos que corren.

Seguro que Hermoso de Mendoza pensó celebrar con un arroz el triunfo en Las Ventas. Pero, al final, el rejón de muerte le jugó una mala pasada y no pudo redondear una tarde de magisterio absoluto que lo confirma, una vez más, como el rejoneador más importante del momento actual. Entre él y el resto dista un abismo. No tiene necesidad de buscar el aplauso fácil porque su técnica depurada, la perfecta doma de sus caballos y la pureza de su toreo conectan fácilmente con el público. En su primero, un manso escondido en tablas, protagonizó un espectacular tercio de banderillas de la mano de Danubio, el sucesor de Cagancho, que desafía a su oponente con el hocico y se lo deja llegar hasta las mismas barbas; cuando el toro arremete, el caballo, valiente y torero, lo quiebra con la culata.

Perdió los trofeos en el último a causa de su mala puntería a la hora de matar, y bien que se enfadó, y con razón. Lo cierto es que había redondeado una actuación pletórica de temple y torería. Sorprendió con los rejones de castigo al quiebro y destacó, otra vez, con las banderillas, todas clavadas al estribo, como debe ser. Se adornó sin estridencias, y los tendidos hervían de emoción, dispuestos a sacar a hombros por la puerta grande al rey del rejoneo. Pero no pudo ser, y todo quedó en una fuerte ovación y, este mediodía, arroz con pollo, que estará para chuparse los dedos.

No hubo pollo de corral ni para Bohórquez ni para Hernández. Tampoco lo merecieron, ésa es la verdad.

El primero no parece ya el rejoneador perfeccionista de hace unos años. Busca el aplauso fácil -cuando sale al ruedo saluda a todos con parsimonia por lo que pueda ocurrir-, pero falla mucho en la colocación de los rejones y banderillas. En su haber, sin embargo, un buen tercio con los garapullos a dos manos en el quinto. Mató muy mal, pero le concedieron un trofeo.

Y no obtuvo ninguno Leonardo Hernández, un rejonedaor sobrio, campero, muy voluntarioso, pero, también, muy irregular. Falló demasiado y clavó siempre a la grupa.

En fin, que Bohórquez y Hernández se tendrán que conformar con pollo de granja. El otro hay que ganárselo.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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