El aprendiz de músico
El pianista Juan Gómez estudia en el selecto Berklee College of Music
Hijo del pintor Juan Gómez Macías y sobrino del actor Juan Luis Galiardo, a Juan Gómez Galiardo (Sevilla, 1976) el arte parece venirle de casta. Sin embargo, el hecho de que actualmente sea uno de los estudiantes del Berklee College of Music de Boston, la que presume de ser la escuela para músicos más exigente del mundo, sólo puede ser fruto del talento y la constancia.
Fue en casa del pintor Andrés Vázquez de Sola donde Juanito, como se le conoce en los bulevares jazzeros gaditanos, ejercitó por primera vez sus facultades. 'Le hicimos una visita, había un piano y me puse a tocar', recuerda. En 1994, este andaluz afincado en San Roque realizó su primer curso de verano en Berklee. 'Hasta entonces tocaba blues, rock, de todo un poco. En Estados Unidos me piqué con el jazz, pero a esa edad no tienes demasiada noción de lo que haces, todo es diferente', añade.
Cuando se trasladó a Cádiz para comenzar estudios de Educación Musical, Juan Gómez ya era una promesa contrastada. Allí trabó amistad con sus primeros mentores, Manolo Perfumo, Luis Balaguer y Juan Sáinz, quienes le incorporaron de inmediato a su Sonora Big Band.
En la capital gaditana pasaría también a colaborar con los más diversos artistas, desde Javier Ruibal al grupo de pop Australian Blonde, pasando por El Barrio, Los Cucas o Juan Luis Pineda. En los más de 300 conciertos que lleva a sus espaldas, ha compartido escenario con músicos de la talla de Antonio Mesa, Guillermo McGuill, Ximo Tebar, Marc Miralta o Perico Sambeat.
Audición y beca
Pero no sería hasta diciembre de 1999 cuando Juan Gómez pruebe suerte en una audición del Aula de Música de Barcelona, que le valdrá una beca para el Berklee College of Music. Una ayuda que, desde luego, no cubre todos los gastos que supone sobrevivir durante todo un curso en Estados Unidos: 'He tenido que hipotecar a toda la familia para cumplir con este sueño, porque aún no he recibido ayuda institucional'.
Es así como este joven músico cambió la Bahía de Cádiz por el helado río Charles de Boston, una ciudad de la costa este estadounidense, pródiga en museos y locales de jazz. 'Parece que fue ayer, pero eres ocho años mayor y tu visión ha cambiado. Has cogido experiencia en directo, sabes qué te interesa aprender y tienes más claros tus objetivos', asegura sobre sí mismo.
En Berklee, la vida de estudiante de música de Gómez exige una dedicación de al menos diez horas diarias de trabajo. Junto a él, aprenden otros 3.500 alumnos originarios de países de todo de todo el mundo. Tras las vacaciones de verano, regresará a Estados Unidos: 'Me gustaría poder trabajar allí durante unos años. Mi meta es alcanzar el máximo nivel y tocar con buenos músicos', asegura.
'La NBA de la música'
En las orlas del Berklee College of Music figuran alumnos tan variopintos como Quincy Jones, Juan Luis Guerra, Pat Metheny, Phil Collins, Joe Lovano, Billy Joel o Steve Vai. De estilos diferentes, pero todos músicos de calidad contrastada... y en muchos casos de éxito comercial. En tan prestigiosa institución, Juan Gómez recibe clases privadas de Joanne Brackeen, una candidata reincidente a los premios Grammy que ha militado en las bandas de Art Blakey, Joe Henderson y Stan Getz. 'Sobre todo aprendes viendo conciertos. Todos los días hay un montón, tanto de profesores como de alumnos. Algunos de estos últimos son increíbles, los oyes y ya sabes que cuando salgan van a ir derechos a la Blue Note. Yo casi no salgo de la escuela', analiza con una considerable dosis de orgullo Gómez. A lo largo del curso, los alumnos reciben visitas y clases magistrales de los mejores. Brandford Marsalis, Mullgrew Miller, Larry Goldings o Brad Meldhau, entre otros, han desnudado su talento en las aulas del centro bostoniano a lo largo de los últimos meses. 'Hay muy buen ambiente, todo el mundo se relaciona en los diversos edificios de Back Bay. Te ofrecen locales de ensayo para tocar por la noche y ponen a tu disposición más de un centenar de cabinas insonorizadas con pianos acústicos para practicar. También hay media docena de estudios de grabación en la escuela. Hace poco estuve grabando con unos compañeros coreanos', afirma Gómez. El acceso a los medios que ha encontrado y el talento de los que le acompañan en este viaje de aprendizaje musical, como no podía ser de otra manera, han cambiado la percepción de la misma música y, sobre todo, de la profesión de músico que tenía Gómez. Sólo unos meses atrás, este hombre joven limitaba sus aspiraciones a llegar a tocar como el mejor músico español. Ahora su experiencia y su horizonte se han ampliado: 'El nivel tope que tienes en España puede ser un 20% de lo que hay en Berklee. Por eso te motivas y quieres hacerlo como el mejor de allí. Ves a un japonés tocando de esa manera, con sólo veinte años y te estimula mucho. Es la NBA de la música', apostilla.
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