El Gobierno regional admite que el Palacio de los Deportes costará el doble de lo previsto

El consejero de Hacienda, Juan Bravo, dio ayer un plazo definitivo de 16 meses para acabar las obras de reconstrución del Palacio de los Deportes, destruido por un incendio en junio de 2001. Bravo, que compareció ante el pleno de la Asamblea, reconoció que el presupuesto inicial se había disparado hasta algo más de 48 millones de euros (un 100% más de lo inicialmente previsto); sin embargo, rechazó las críticas de la oposición, basadas en un informe del Colegio de Arquitectos, y afirmó que los problemas relacionados con la seguridad, la evacuación o la visibilidad están solventados.

Aunque, según la documentación distribuida por la Cámara, era Luis Eduardo Cortés, consejero de Obras Públicas y vicepresidente del Gobierno regional, quien debía comparecer ayer ante la Asamblea, fue su compañero de Hacienda, Juan Bravo, quien pechó con la responsabilidad de contestar a la iniciativa presentada por Izquierda Unida. Negó el consejero Bravo que hubiera problemas técnicos en la reconstrucción del Palacio de los Deportes, lamentó que la oposición no escuchara sus argumentos y aseguró que en junio estará listo el proyecto definitivo y en 16 meses concluidas las obras.

No existen, según Bravo, problemas de seguridad, ni de movilidad ni urbanísticos. Nada. El consejero presentó un panorama luminoso y limpio frente al dibujo sombrío que tanto Franco González, de IU, como Antonio Sánchez Gordillo, del PSOE, trazaron ayer. Ni siquiera que los presupuestos se dispararan al doble de lo previsto era un problema para Bravo. 'Vamos a hacer', dijo, 'un auténtico palacio del siglo XXI para Madrid'.

La oposición se agarraba, con uñas y dientes, al informe del Colegio de Arquitectos de Madrid que apuntaba serias deficiencias en materia de seguridad, evacuación, incendios y visibilidad. Pero nada de eso apagaba el entusiasmo del consejero. 'La capacidad del Palacio de los Deportes se ha multiplicado. Si antes era de 8.000 almas, con el nuevo diseño se llegará a las 16.000 en conciertos, 13.500 en competiciones deportivas y 6.000 en atletismo', aseguró. Y más: los problemas de evacuación del edificio no eran tales. Según afirmó, de cinco escaleras de incendios se pasará a 17, aunque ello supondrá -matizaba la oposición- que haya que invadir parte de las aceras.

Contestando a la oposición, lo que hacía el consejero era echar abajo las críticas del Colegio de Arquitectos, que, según Bravo, utilizaba en sus argumentos el proyecto básico, que nada tiene que ver con el proyecto definitivo. Sánchez Gordillo comentó, con buen humor, que era la primera vez que se llamaba incompetente a 'todo un Colegio de Arquitectos a través de un humilde diputado'.

Franco González se preguntó ante la Cámara cómo era posible que se hubiera actuado con tanta precipitación y tan escaso rigor. Y cómo era posible que un acuerdo entre el consejero de Hacienda y el concejal de Urbanismo fuera suficiente para modificar el Plan General de Ordenación Urbana, dando mayor volumen y mayor ocupación al Palacio de los Deportes. 'No es una obra menor, como dicen ustedes. Es una nueva edificación que estrecha la calle, arrebata espacio público y condena a la sombra eterna a los edificios colindantes', dijo el diputado de IU. Pero, con la ayuda del popular Pedro Muñoz, el consejero de Hacienda negó todas las críticas. Y buscó, al final, la ayuda de Garcilaso para tachar de cerrazón a la oposición: 'Como son sordos para oír, no abren los ojos para ver. Pero ya verán ustedes cómo dentro de 16 meses tendremos un magnífico Palacio de los Deportes', afirmó. Fue lo que le hizo exclamar a Sánchez Gordillo: '¡Parece que el incendio ha sido para ustedes una bendición!'.

Camas de alquiler

Otro protagonista de la sesión de ayer fue el consejero de Sanidad, José Ignació Echániz, que aplaudió a la dirección del hospital Clínico por pagar un alquiler por 779 de las 1.100 camas de este centro. La compra de este mobiliario -opción que siguen los otros 23 hospitales de la región- no parece gustar a Echániz, que alabó la mayor 'eficacia' en la gestión sanitaria, el 'pago fraccionado' y el 'mantenimiento incluido en el contrato' que supone usar las camas en alquiler, informa Oriol Güell.

Echániz trató así de aclarar las dudas que la diputada de IU Caridad García tiene sobre unos contratos que ella define como, 'en apariencia, incomprensibles'. El alquiler de una cama durante cuatro años supone 2.404 euros, un 20% más de los 1.983 euros que cuesta comprarla. El alquiler, además, deja al hospital sin cama al final del contrato, ya que ésta debe ser devuelta a la empresa arrendataria. Al cierre de la sesión, la diputada de IU admitió que sigue 'sin ver nada claros todos estos números'.