'Me he hartado de hacer en el cine de cabroncete, quinqui y policía corrupto'

Antonio Dechent (Sevilla, 1960) se ha convertido en los últimos años en uno de los actores andaluces más destacados del cine español. Su papel en la teleserie Padre Coraje y en películas como Libertarias, Báilame el agua, Solas e Intacto dan fe de la calidad de un actor que se curtió durante muchos años en las tablas del teatro.

Pregunta. Está en un buen momento de su carrera.

Respuesta. Estoy recogiendo los frutos. Parece que se ha consolidado la marca Antonio Dechent en el sentido de que ya se me conoce un poco más. Ese bagaje de preparación y trabajo en el que he invertido parece que da sus frutos. Ya no se me ve sólo como una cara potente y una voz ostentórea que diría Jesús Gil.

P. ¿Ha hecho mucho teatro?

R. Sí. Cuando empecé me creé un cierto prestigio como actor de Valle-Inclán. Hice Las galas del difunto, Voces de gesta... He hecho obras de clásicos como Lope de Vega, un Don Juan Tenorio dirigido por John Strasberg, el hijo de Lee. Me he movido mucho en el terreno de mil versos por obra. En el teatro he tenido los papeles fuertes de las obras.

P. Sin embargo, la fama se la ha dado el cine.

R. He intervenido en películas que han tenido más impacto, que las ha visto más gente. Por ejemplo, antes de Solas hice Libertarias con Vicente Aranda. Si ahora se estrenara Libertarias, mi papel sería más considerado. Me voy asentando un poco como actor de cine. Era como que miraba un poco por encima del hombro la interpretación audiovisual hasta que me di cuenta de que puedo hacer un trabajo de calidad en el cine. Me he hartado de hacer en el cine de cabroncete, de quinqui marginal, de policía corrupto y de chorizo de cuarta fila. A lo mejor, a raíz de Solas se vio que era actor. Benito Zambrano dudaba de que interpretara al médico o al chulo. Y, al final, interpreté al médico.

P. Ha sido nominado a un goya por Intacto este año.

R. Ha sido como meterme en un coto donde antes no tenía entrada, como ascender un peldaño y ver dónde están escondidos los dueños del coto. Yo no estaba en mi propia quiniela de los goyas. Sabía que podía subir un peldaño, pero no dos de golpe.

P. ¿Qué tal fue su relación con el actor Max von Sydow en el rodaje de Intacto?

R. No llegué a trabajar con él. Max von Sydow sólo trabajó una semana, que fue la misma en que yo trabajé en Madrid en el rodaje en la gasolinera de Padre Coraje.

P. ¿A cuál de sus películas le tiene más cariño?

R. A una película que hice para televisión, El crimen de las estanqueras de Sevilla. Era un capítulo de la serie La huella del crimen que dirigió Ricardo Franco. Interpreté a un personaje que se vuelve medio tarumba por las palizas que le pegan y el miedo a la muerte Cuando muere en el garrote vil es un pobre desgraciado. Se ve cómo una justicia injusta es capaz de matar a alguien que no rige.

P. ¿Y a qué obra de teatro le tiene más cariño?

R. A La rosa de papel, de Valle-Inclán. Se hizo en el Centro Andaluz de Teatro. Interpretaba a Simeón Julepe, un borracho avaricioso y perdedor, entusiasta de las tabernas. Es de los mejores esperpentos de Valle-Inclán.

P. El cine español vive un parón en los primeros meses de este año.

R. Como soy artista payaso, a niveles de macroeconomía no sé contestar. Parece que las cadenas digitales han cortado el suministro y eso ha supuesto un parón para el cine. Esto lo digo desde la humildad del ignorante. Son cosas de economía en las que no me meto porque yo no he notado ese parón en mi trabajo.

P. ¿Existe un cine andaluz?

R. Eso es una falsedad. Se puede hablar de una industria andaluza, que eso sí que hace falta. Como nos quedemos en el cine andaluz estamos constriñendo demasiado lo que es el cine. Es como hablar de un concurso de poesía erótica femenina. Hay que hablar de poesía. De lo que sí se puede empezar a hablar es de industria andaluza. Padre Coraje ha demostrado que hay una cantera andaluza de actores. Este año se han rodado películas andaluzas como Fugitivas, El factor Pilgrim, El traje, Poniente... Miguel Hermoso va a dirigir La luz prodigiosa. Catalogar como cine andaluz no me parece bueno ni para el cine ni para Andalucía. En Andalucía hay grandes técnicos de cine y multitud de pequeñas productoras. Hace falta más apoyo. Vamos a lanzarnos y vamos a lanzarnos de verdad. ¿Por qué tiene que ser siempre con poco presupuesto? Lo que no hay es una comisión andaluza de cine que -desde el Gobierno andaluz y los ayuntamientos hasta la televisión autonómica- intervenga en los proyectos y preste su apoyo económico.